La invasión de Ucrania ha generado un fuerte incremento en el precio de los combustibles. El pretóleo Brent ha marcado su precio más alto en los últimos siete años. Los analistas tienen claro que, cuanto mayor sea el conflicto, más importante será en el suministro a nivel mundial.
Cabe recordar que Rusia es el tercer exportador de crudo en el mercado mundial, con 7,433 barriles diarios, según los datos publicados por el portal de estadísticas Stadista. Se encuentra tan solo por detrás de Arabia Saudí, que extrae 8.027 barriles y Estados Unidos, con 8.117 barriles diarios.
El veto al crudo ruso puede provocar un encarecimiento de la gasolina a nivel global por la ley de la oferta y la demanda. El aumento de los precios del crudo suele transmitirse con mayor rapidez al cliente final que las rebajas. Sin embargo, cabe recordar que los páises afectados no son los principales suministradores de petróleo de España.
Nuestro país está principalmente suministrado por Nigeria (18,3%), México 13,6%), Libia /((11,2%), Kazajistán (7,5%) y Estados Unidos (7,3%). Rusia solo suministra el 4,3% del petróleo que se consume en España, una cifra que se dispara hasta el 25% si se asume el porcentaje total de la Unión Europea. Y otro dato que destaca es la ausencia de Venezuela por las sanciones, algo que podría cambiar después del acercamiento experimentado entre Caracas y Washington.
Con todo ello, se han experimentado colas interminables en muchas estaciones de servicio, que han evidenciado que este aumento de precios preocupa entre los consumidores y afecta a los bolsillos de todos. Vamos a recopilar algunos trucos para que reportar no suponga un roto en nuestra cartera.
1 La presión de los neumáticos
La presión de los neumáticos es importante si queremos ahorrar dinero en el reportaje. A menos presión, experimentaremos mayor fricción contra el asfalto, lo que derivará en un mayor consumo de combustible. Además, con una presión adecuada, garantizaremos también una vida más larga para los neumáticos y tendremos viajes más seguros.
2 Cuanto menor peso, mejor: cuidado con las ventanillas
Aligerar el vehículo es importante para ahorrar gasolina. Por ello, conviene revisar de manera frecuente nuestro maletero y sacar todo aquello que hemos almacenado y, a estas alturas, ya no resulta necesario. También hay que tener en cuenta otros factores como la aerodinámica. Es cierto que el aire acondicionado gasta, pero lo hacer en menor medida que bajar las ventanillas porque ralentiza el coche. Únicamente será preferible cuando recorras solo por un trayecto urbano.
3 La velocidad y el recorrido
Cuidado con la forma en la que conducimos. Elegir un modo agresivo, en el que cambiamos bruscamente de velocidades, hará que se incremente de manera considerable el gasto de combustible, por lo que el repostaje durará mucho menos de lo que prometía. Por otro lado, es conveniente programar con tiempo los trayectos, sobre todo para evitar alargarlos de manera innecesaria y evitar tráfico o vías congestionadas.
4 Arranque
Es conveniente, si tenemos un coche de gasolina, iniciar la marcha según se arranque, no pisar el acelerador para arrancar. En el caso de los diésel, esperar unos segundos. Por otra parte, conviene usar la primera marcha únicamente en ese momento y cambiar a la segunda en cuanto se pueda (tras recorrer seis u ocho metros), pero no bruscamente. Después, es recomendable mantener una velocidad estable y las revoluciones bajas. Con ello, conviene no apurar demasiado las marchas y cambiarlas cuando lleguen a 2.000 o 2.5000 rpm en los motores de gasolina y a las 1.5000 en los diésel.
5 Saber anticiparse
Es altamente recomendable saber anticiparse a algunas situaciones. Por ejemplo, si sabemos que vamos a llegar a un peaje, sería mejor levantar el pie del acelerador para que sea el propio motor quien ejerza de freno, lo que precisará de espacio, pero será algo que también hará que se reduzca el consumo. Este tipo de gestos permitirá reducir el consumo de gasolina con el tiempo.
6 Dos escenarios en los que evitar gastar combustible sin necesidad
Cabe tener en cuenta la necesidad de evitar dos errores muy comunes que suponen un gasto completamente innecesario. Por un lado, si tenemos que parar varios minutos, es conveniente cerrar el motor. Segundo, es mejor moverse por la inercia cuesta abajo que conducir, ya que ahorramos combustible.