El invierno ya toca a nuestra puerta y, junto a él, un frío que casi nos parece polar. Intentamos negarlo, pero ya nos es imposible salir de casa sin abrigo o echarnos la siesta sin una manta de por medio. El frío es uno de nuestros peores enemigos en estas fechas, por lo que solemos recurrir a la calefacción para combatirlo. Sea de día o de noche, es nuestra mayor aliada.
Sin embargo, a veces abusamos de ella sin darnos cuenta y las facturas hacen que volvamos a la realidad. Por ello, presentamos cinco trucos con los que podrás llegar a ahorrar hasta 30 euros en calefacción:
1 Caldera de condensación
Más de la mitad de calderas instaladas en la Unión Europea se han considerado como ineficientes. De esta manera, cambiar la nuestra se convierte una gran opción para el ahorro.
A partir de 2015, el Gobierno determinó que sería obligatorio la instalación de calderas de condensación; que son aquellas que aprovechan la temperatura de los vapores expulsados para precalentar el agua de entrada. De esta manera se ahorra hasta un 18% de gas y, además, se disminuyen las emisiones.
Asimismo, según indica la OCU, esto se convierte en un ahorro de unos 30 euros anuales en gas, ya que aprovechamos mejor la energía. No obstante, según indica Víctor Cubero, de Mundocalor, debemos asegurarnos de que nuestra caldera se revisa cada año, ya que la limpieza influye también en el consumo.
2 Temperatura sostenida y radiadores purgados
Uno de los errores más comunes es el de llegar a casa muertos de frío y poner la calefacción a tope para luego bajarla. Como explica Víctor Cubero, "es mejor poner la calefacción a las 12 de la mañana y tenerla más bajita que ponerla a tope y luego bajarla".
Otra de las acciones que debemos llevar a cabo es la de purgar los radiadores para evitar así que no calienten. Es algo sencillo que podemos hacer nosotros mismos de la mano de una llave, abriéndolos y volviéndolos a cerrar.
3 Limitar temperatura ambiente
Según Cubero, uno de los objetivos que debemos proponernos es evitar que la casa esté a 12-14 grados. Una de las maneras más eficaces es la de configurar el termostato, para que la calefacción salte antes de que baje a temperaturas mínimas. "No es lo mismo pasar de 18 a 12 grados que de 12-14 a 21. Eso es un gasto enorme de energía y lo vamos a ver reflejado en la factura del gas", aclara el especialista.
4 Aislamiento y buenos radiadores
El buen estado de las ventanas es esencial para que no veamos cómo se dispara nuestra factura. El hecho de tener un buen aislamiento térmico es "básico para que la vivienda esté lo más caliente posible y durante el mayor tiempo posible", remarca Cubero.
Asimismo, con radiadores más grandes conseguiremos obtener una temperatura óptima, que hará que nos ahorremos hasta el 50% de nuestra factura.
5 La factura
Según un estudio realizado por Facua, las Tarifas de Último Recurso (TUR), reguladas por el Gobierno, suponen un ahorro de hasta un 37% frente a las tarifas libres de gas.
Si tenemos una casa en la que se consumen 400 kWh mensuales y tenemos la tarifa TUR, pagaremos del orden de 28,83 euros al mes. Por otra parte, en el mercado libre esta factura podría llegar hasta los 36,18 euros, lo que supondría un 25,5% más.
En las viviendas en las que se consumen 800kWh o más y tengan la TUR, pagan una factura de 50,79 euros al mes. Sin embargo, en el mercado libre puede llegar a costar 61,41 euros, un 20,90% más.
Para cambiarnos sólo tendremos que fijarnos en nuestra factura: "Se mira la factura y si no pone TUR, entonces llamas y te cambias a una de las compañías donde te ofrezcan este servicio regulado por el Gobierno", indica Rubén Sánchez, secretario general de FACUA.