Antonio Ángel Ortiz Martínez, más conocido como "el pederasta de Ciudad Lineal", fue condenado a 70 años de prisión y seis meses de cárcel tras ser considerado responsable de varios delitos de agresiones sexuales y detención ilegal contra niñas de entre 5 y 9 años entre septiembre de 2013 y agosto de 2014 en Madrid.
El Código Penal vigente cuando sucedieron los hechos establecía un máximo de 20 años en la cárcel, a los que se le tendrían que rebajar los tres años y dos meses que estuvo en prisión preventiva en el momento de la sentencia firme. Por tanto, Ortiz apenas pasaría solo dos décadas encerrado por las atrocidades cometidas.
Sin embargo, ahora meses después de haber sido declarado culpable de haber abusado sexualmente de las menores, el Tribunal Supremo (TS) revisará su condena debido al recurso presentado por la defensa del pederasta ante el órgano superior.
El letrado de Ortiz, Cristóbal Sitjar, insistirá en demostrar la inocencia de su cliente basándose en la contaminación de las pruebas y en la supuesta intromisión del exministro de Justicia, Jorge Fernández Díaz, tras una rueda de prensa dada por el político que incitó la publicación de imágenes del detenido.
Tribunal supuestamente "contaminado"
El pederasta que se autodeclaró "inocente" durante la última sesión del juicio que le declaró culpable de varios delitos no acudirá a la vista puesto que se trata de un trámite técnico en la que su abogado no puede añadir pruebas ni solicitar la comparecencia de otras personas implicadas.
Para solicitar que el TS revoque la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid, Sitjar asegura que las descripciones de las niñas no coinciden con su cliente. Asimismo, resta validez a las ruedas de reconocimiento puesto que culpa a Fernández Díaz de haber contaminado el proceso tras la publicación de la cara de Ortiz en varios medios de comunicación. Esto podría haber influido en la identificación, según el letrado.
Además, Sitjar pedirá la nulidad del registro realizado al piso de la calle Santa Virgilia, conocido mediáticamente como "el piso de los horrores", durante el 25 de septiembre de 2014 puesto que afirma que las pruebas pudieron ser manipuladas por la Policía científica. El abogado argumenta que durante esta inspección no estuvieron ni el detenido ni el letrado de la Administración de Justicia.
En cuanto a la rueda de prensa del exministro del Interior, Sitjar aclara que Fernández Díaz no respetó la presunción de inocencia al asegurar este que había quedado demostrado que Ortiz cometió los delitos que le imputaban, algo que, según la defensa, rompió el secreto de las investigaciones establecido hasta entonces y provocó que se difundiera la imagen del pederasta.
"Eso no se puede hacer", denuncia Sitjar mientras asegura que el tribunal que acabó dictando sentencia desfavorable para Ortiz estaba "contaminado" por la rueda de prensa de Fernández Díaz y la posterior difusión de las fotos.
La resolución de los tribunales madrileños consideraron que Ortiz era culpable de un delito de agresión sexual y detención ilegal cometido contra cuatro niñas menores de cinco, nueve, seis y siete años. Tras engañarlas con artimañas, las llevó a diferentes lugares donde perpetró las terribles violaciones después de suministrarles pastillas para doblegar su voluntad. Tras estos hechos, las abandonó a su suerte. Una de las menores tuvo que ser tratada por profesionales médicos puesto que su vida llegó a correr peligro como consecuencia de las lesiones provocadas.