El Pleno de la Sala Segunda del Tribunal Supremo ha descartado por unanimidad la concesión del indulto total a Juana Rivas, condenada por un delito de sustracción de sus dos hijos menores a dos años y seis meses de prisión,
Respecto al indulto parcial, ha habido división de opiniones con ocho magistrados a favor y ocho en contra, por lo que el alto tribunal ha decidido enviar un informe al Gobierno en el que se recoge a postura de ambas partes. Explican, además, que su función es la de ilustrar al Gobierno, que tendrá la última palabra, sobre los elementos que recomiendan o desaconsejan hacer uso del derecho de gracia.
De esta forme, el Tribunal concluye que el cumplimiento de esa función, con el criterio dividido de los integrantes de la Sala, "en nada se resiente, antes al contrario, se enriquece con la conjunta exposición de las razones sostenidas por unos y otros".
La Fiscalía, por su parte, poya la concesión de un indulto parcial rebajando la pena de prisión en seis meses para fijarla en dos años y haciendo lo mismo con la inhabilitación especial para ejercer la patria potestad que sugiere que sea de cuatro y no de seis años.
Arcuri se opone
Juana Rivas se encuentra. cumpliendo la sentencia en el Centro de Inserción Social (CIS) Matilde Cantos de Granada. Fue condenada a cinco años de prisión por dos delitos de sustracción de menores, si bien el Supremo estimó parcialmente el recurso de la madre y le rebajó la pena a la mitad al considerar que, aunque fueron dos los menores sustraídos, cometió un único delito. También fue condenada a inhabilitación especial para ejercer la patria potestad respecto de sus hijos durante seis años
Mientras que Juana Rivas espera el indulto total o parcial, el padre de los menores, Francesco Arcuri, se ha mostrado contrario a la medida de gracia y ha presentado un escrito ante el Juzgado de lo Penal 1 de Granada como "parte ofendida", considerando que Rivas no cumple ninguno de los requisitos legales para obtener este beneficio.
Los hechos ocurrieron en 2017, cuando Juana Rivas permaneció un mes en paradero desconocido junto a sus dos hijos para no entregárselos a su padre aleando que lo hacía para protegerlos. Arcuri fue condenado en 2009 por lesionarla y en 2016 ella volvió a denunciarlo por malos tratos.
