El Tribunal Supremo ha suspendido la histórica sentencia 'Roe contra Wade', que en 1973 dio rango constitucional a la libertad de las mujeres a interrumpir el embarazo. La decisión devuelve a los 50 Estados la potestad de legislar sobre el asunto de manera independiente. Hay 26 con intención de eliminar este derecho.
El alto tribunal ha emitido el fallo correspondiente al caso 'Dobbs contra Jackson Women's Healt Organization', una clínica de salud reproductiva de la capital de Mississippi. El juzgado dirimía la constitucionalidad de una ley de ese Estado de 2018, que prohibe la mayoría de las intervenciones después de las primeras 15 semanas de embarazo, con la derogación de la sentencia 'Roe contra Wade' como trasfondo. El Supremo ha decidido finalmente seguir esta opción por seis votos a favor y tres en contra.
Esta decisión se esperaba. A principios de mayo se filtró un borrador con la opinión mayoritaria de los jueces, redactado con gran dureza por Samuel Alito, miembro del ala más conservadora del Supremo, que entonces contaba con el apoyo de Amy Coney Barrett, Brett Kavanaug, Clarence Thomas y Neil Gorsuch. Además, se ha sumado el presidente del Supremo, el juez John Roberts. En contra han votado los magistrados Elena Kagan, Sonia Sotomayor, Stephen Breyer, que anunció su retirada y ya tiene reemplazo, Brown Jackson.
División
La sentencia divide por completo al país. Los estados que se prevé que prohíban el aborto son Alabama, Arkansas, Arizona, Florida, Georgia, Idaho, Indiana, Iowa, Kentucky, Louisiana, Michigan, Misisipi, Misuri, Montana, Nebraska, Dakota del Norte, Ohio, Oklahoma, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Tennessee, Texas, Utah, Virginia Occidental, Wisconsin y Wyoming.
Trece de esos 26 estados, además, tienen textos conocidos como 'trigger laws', las denominadas 'leyes gatillo', aprobadas durante los últimos meses y ante la inminente sentencia del Supremo equivalen ya a una prohibición total.
Mientras esto sucede, algunos estados como Nueva York, demócrata, ha anunciado que protegerá legislativamente el derecho al aborto. Estos territorios están viendo cómo sus clínicas se llenan de mujeres procedentes de estados en los que el derecho al aborto se está restringiendo.
Los expertos consideran que muchas mujeres se verán obligadas a recurrir a las píldoras abortivas, que son mucho menos seguras para las pacientes. En los estados con mayores restricciones se están diseñando herramientas para impedir su adquisición por internet.
El Partido Demócrata ha planteado la opción de convertir el aborto en una norma federal que permita su implementación en todo el país, sin la intervención del Tribunal Supremo. Sin embargo, los demócratas están lejos de los 60 escaños necesarios para una mayoría cualificada (tienen 50) e incluso uno (Joe Manchin III, senador por Virginia Occidente) votó en contra.
