El Tribunal Supremo británico ha dado luz verde a la extradición a Estados Unidos de Julian Assange, fundador de WikiLeaks, después de que se le haya negado el permiso para apelar ante la Corte Suprema. Aún así, el gobierno británico tiene aún que autorizar la extradición y Assange puede pedir todavía una revisión judicial del proceso.
Al fundador de WikiLeaks se le acusa de varios delitos contra la seguridad nacional de Estados Unidos debido a la publicación de documentos confidenciales sobre la intervención de EEUU en las guerras de Irak y Afganistán.
El australiano, de 50 años, fue detenido en 2010 y en 2012 se refugió en la embajada de Ecuador en Londres hasta 2019, año en el que fue detenido y llevado a la prisión londinense de Belmarsh, donde cumple ahora prisión preventiva.
Se le atribuyen hasta 18 cargos relacionados con la publicación de una gran cantidad de registros militares confidenciales y cables diplomáticos que, según la acusación, pusieron vidas vidas en peligro.
Aún puede pedir una revisión judicial
Fue el pasado diciembre cuando el Tribunal Superior de Londres anuló la decisión de que no podía ser extraditado debido a que por sus problemas de salud mental podría correr el riesgo de suicidarse. En ese momento, los jueces del Tribunal Superior le negaron el permiso para poder apelar directamente a la Corte Suprema, dejando en manos directamente de esta la decisión sobre su extradición.
"La solicitud ha sido rechazada por la Corte Suprema y la razón dada es que la solicitud no planteó un punto de derecho discutible", ha sostenido un portavoz de la Corte Suprema. Sin embargo la extradición todavía no se producirá ya que ahora tendrá que ser ratificada primero por parte de Priti Patel, ministra de Interior y después Assange podrá todavía pedir una revisión de todo el proceso judicial, mediante la cuál podría intentar impugnar la decisión.