Un agente de la Benemérita, sorprendido con 817 kilos de hachís en Castellón, finalmente no será suspendido de empleo y sueldo. Sus superiores habían optado por imponer esta medida durante tres meses, pero el Alto Tribunal la ha anulado.
El cabo de la Guardia Civil de Castellón había sido condenado en 2008 por la Justicia Civil a un año de cárcel y 280.414 euros. Una multa que podía evitar si pasaba seis meses de privación de libertad (podría haber evitar la cárcel, ya que la pena es inferior a dos años y no contaba con antecedentes penales). El acusado, cuyo nombre aparece en la sentencia como 'Evelio', finalmente no tuvo que entrar en la cárcel.
Según la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo, la tesis del cabo de la Benemérita es la correcta. En concreto, señalan que el agente ahora en activo no sabía que incumplía el régimen disciplinario porque estaba en excedencia.
"Al cometer el delito contra la salud pública cuando se hallaba desvinculado del Cuerpo, no cabe sostener, de acuerdo con la lógica, que el recurrente tuviera conciencia de que lesionaba valores esenciales de un Cuerpo del que se encontraba excedente", señala la sentencia.
Una decisión polémica tras ser sorprendido con más de un millón de euros en estupefacientes
La decisión del tribunal, sin embargo, ha causado revuelo. Primero, porque la ley establece que desconocer las normativas no exime de una sentencia. Y, segundo, que el agente no podría haber optado a ocupar un puesto en el cuerpo si hubiese contado con antecedentes penales.
Sin embargo, el Instituto Armado le ha permitido el reingreso tras una excedencia y con el rango de cabo con una mínima sanción que, además, ha sido anulada por el Tribunal Supremo.
El agente fue sorprendido con 528 kilos el 9 de agosto de 2002 aparcando una furgoneta en Burriana (Castellón), destinados a su venta y con un valor estimado de 732.611,25 euros. Un día después, otra persona fue detenida con el coche del cabo con otros 289 kilos de la misma sustancia, con un valor de 389.048 euros. El agente cfue condenado en 2008 a pagar una multa y aceptar un año de prisión con el beneplácito de la Fiscalía y todas las partes.
El 14 de mayo de 2014, el agente solicitó su reingreso en el Cuerpo. Sin embargo, en aquel momento, los mandos de la Guardia Civil decidieron suspenderle durante tres meses. Una decisión que el agente intentó revocar y que, ahora, consigue anular.