El mundo del onanismo tiene caminos inescrutables, tal y como podrían decir los consumidores de porno puritano. Dejando de lado el autoplacer a base de ver a mujeres cubiertas por composiciones medio cutres de photoshop, lo cierto es que se ha publicado un nuevo estudio que puede ayudarnos a concocer nuestra personalidad un poco mejor. Para ello, primero hazte esta pregunta ¿Qué tipo de consumidor de porno eres?
Como seguramente no es la primera vez que lo haces y, lo más probable es que lleves años sin dormir bien por las noches cuestionándote la verdad de tu ser, así en plan poético, te doy una pista: puedes ser un consumidor recreacional, compulsivo o afligido.
Con esos tres nombres, un estudio de la Universidad Laval de Quebec ha concluido que existen tres grandes tipos de consumidores de pornografía en los que todos nos enmarcamos según nuestra personalidad y conducta.
Para ello, la precursora del estudio, Marie-Pier Vaillancourt-Morel, ha seleccionado a 830 personas, en su mayoría mujeres heterosexuales, con una edad media de 25 años. De todos ellos, un 35% vivía con su pareja o estaba casado, la misma cifra de personas se encontraba en estado de soltería y otro 29% tenía una relación de noviazgo.
Tras escoger a los participantes, procedieron a realizar un estudio en el que midieron su satisfacción sexual en general, su tendencia a evitar las relaciones sexuales o si alguno padecía algún tipo de disfunción sexual. Además, se incluyó una escala en la que los colaboradores debían señalar, en una escala relativa al consumo de pornografía, la necesidad que tenían de acceder a los contenidos, cuánto se esforzaban para acceder a pornografía -como por ejemplo, reorganizar sus horarios habituales- o la angustia emocional que experimentaban cuando no tenían acceso a estas páginas.
Los resultados
Las conclusiones del experimento fueron bastante llamativas y ello, a pesar de que el número de personas emparejadas se encontraba sobrerrepresentado. Así, se encontraron tres grupos entre los que, ahora sí, deberías encontrarte representado:
Muy angustiado no-compulsivo: se trataba de personas a las que el consumo de pornografía les genera una angustia emocional elevada, pero que no tienen una necesidad imperiosa de acceder a dichos contenidos. Estas personas suelen acceder una media de 17 minutos semanales y entre ellas se encuentra el 12,7% de los participantes.
Compulsivo: Entre ellos se encuentra el 11,8% de las personas y se caracterizan por la obsesión sobre el consumo de contenidos pornográficos, y unas puntuaciones moderadas en cuanto a la angustia que les produce este hecho. Pueden consumir 110 minutos semanales de contenidos.
Por diversión: Aquí es donde se encontraron el 75% de las personas y entre ellas se encontraban la mayoría de mujeres y personas emparejadas. Con 24 minutos semanales, se caracterizan por una baja compulsión y angustia a la hora de consumir este tipo de contenidos.
Por todo ello, los consumidores consideraron que los consumidores de pornografía forman un grupo hetereogéneo en el que solo dos tipos de personas pueden experimentar problemas. La relación más saludable con la pornografía es la que mantiene el 75% de las personas analizadas.