La situación de la comunidad LGTBI en la Rusia de Putin está siendo cada vez más insostenible. Muestra de ello es la redada que han realizado las autoridades chechenas, adscritas a la Federación rusa, en la que han asesinado a, al menos, tres personas y han herido a otras cien.
Según relata el diario ruso Novaya Gazeta, un grupo de activistas del grupo GayRussia pidió permiso a las autoridades para convocar varios desfiles del Orgullo LGTBI en cuatro ciudades del Cáucaso Norte.
Los activistas sabían en todo momento que las autoridades les iban a denegar ese permiso, puesto que la política es especialmente dura y más aún en la república chechena. Pero, sin embargo, necesitaban una prohibición formal con la que poder acudir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos y denunciar la discriminación a la que son sometidos por amar a una persona del mismo sexo.
Las autoridades decidieron no realizar ninguna respuesta y, suponiendo cuál era el plan de los activistas, prefirieron tomar la justicia por su mano. Según el diario ruso, Putin habría ordenado a la policía de la región comenzar lo que ha denominado como una "operación de limpieza preventiva". Para ello, han decidido emplear las redes sociales para identificar a las personas que han mostrado algún tipo de compromiso público con la comunidad LGTBI y detenerlos.
Ese fue el caso de un chico de 16 años que, tal y como recoge la web 'Estoy bailando', desapareció durante unas horas y volvió a su casa "convertido en un saco de huesos", tal y como ha denunciado en la red social VKontakte.
Según varios testigos, hay al menos tres asesinados -que comprenden edades desde los 16 hasta los 50 años- y entre los cientos de desaparecidos hay al menos dos famosos reporteros de televisión.
Ekaterina Sokiryanskaya, coordinadora rusa del International Crisis Group -una plataforma de expertos en política internacional que monitoriza las acciones de varios países- ha confirmado que "hemos recibido demasiadas informaciones sobre esta clase de redadas como para pensar que se lo están inventando".
Según Europa Press, las detenciones comenzaron la semana pasada en numerosas partes de la exrepública soviética, comenzando por la capital, Grozny. A pesar de que algunos de los detenidos acaban en libertad por falta de pruebas, su posición acaba siendo insostenible dado que acaban siendo repudiados por sus propias familias a la más mínima sospecha.
Todo ello, junto a la fuerte intimidación que les imponen las autoridades, que finalmente están contribuyendo de manera flagrante a que permanezca en la sociedad una discriminación muy fuerte contra toda la comunidad LGTBI.
La insultante respuesta de las autoridades
Mientras permanece la acusación realizada por el citado medio ruso, las autoridades chechenas han querido negar la mayor, pero con un argumento bastante curioso. Según Alí Karimov, portavoz del gobierno checheno, las agresiones no han existido porque, literal, en Chechenia no existen las personas homosexuales.
"Es imposible perseguir a quien no existe en la república. Si hubiera gente así, las fuerzas de la ley no tendrían que preocuparse por ellos, porque sus propias familias se encargarían de mandarles a un lugar del que jamás regresarían" ha asegurado el portavoz del presidente checheno, Ramzan Kadirov, que ha mantenido durante años varias acusaciones por violar los Derechos Humanos en el territorio que controla.
Kadirov ha sido calificado por varios medios como el "ogro" de Putin, y aseguran que el mandatario ruso le ha colocado en el cargo con el único fin de que los chechenos no se levanten en contra de la República federada.
El líder checheno llegó a mostrarse dispuesto a "ocuparse" de los opositores a Putin, a los que ha calificado de "traidores a la patria" y "enemigos del pueblo".
