La falta de deseo sexual o la disminución de la libido es una de las cosas que más preocupa acerca de la vida sexual. Muchas de personas buscan diariamente en internet '¿cómo aumentar el deseo sexual?', 'remedios naturales para libido baja' o '¿qué hacer para tener ganas de mantener relaciones?', entre otros.
El trastorno del deseo sexual hipoactivo (TDSH), que es como se conoce a este caso, es un trastorno caracterizado por un bajo deseo sexual que angustia a los individuos que lo sufren. Afecta al 10% de las mujeres y al 8% de los hombres en todo el mundo y puede tener importantes consecuencias psicológicas y sociales.
Y es que, hasta el momento no ha habido nada que traiga la solución... Aunque parece que la respuesta está cerca, en forma de inyección de kisspeptina, según dos nuevos estudios publicados en la revista JAMA Network Open, dirigidos por médicos y científicos del Imperial College de Londres y del Imperial College Healthcare NHS Trust, en Reino Unido.
En estos dos ensayos clínicos participaron 32 mujeres premenopáusicas (de 19 a 48 años) y 32 hombres con TDSH. En ambos estudios, los pacientes se sometieron a una exploración del cerebro mediante resonancia magnética, así como a análisis de sangre y de comportamiento. A las 64 personas se les administró, kisspeptina, una hormona natural que estimula a su vez la liberación de otras hormonas reproductivas en el organismo.
Los resultados, esperanzadores
La administración de kisspeptina mejoró el procesamiento cerebral sexual tanto en mujeres como en hombres, lo que produjo efectos positivos en el comportamiento sexual en comparación con el placebo.
Los investigadores creen que los resultados sientan las bases de tratamientos basados en la kisspeptina para mujeres y hombres con TDSH, ya que se trata de los primeros estudios que se realizan con esta hormona.
El doctor Alexander Comninos, del Departamento de Metabolismo, Digestión y Reproducción del Imperial College de Londres, Endocrinólogo Consultor del Imperial College Healthcare NHS Trust y coautor principal del estudio, explica que "el bajo deseo sexual puede ser angustioso y, por tanto, dar lugar a TDSH. Esto puede tener un gran impacto perjudicial en las relaciones, la salud mental y la fertilidad".
"Aunque es relativamente frecuente, las opciones de tratamiento en las mujeres son limitadas, conllevan importantes efectos secundarios y, en algunos casos, puede ser perjudicial incluso intentarlo. Y, por desgracia, estos tratamientos tienen una eficacia limitada. En los hombres no hay actualmente ningún tratamiento autorizado y ninguno en el horizonte. Por lo tanto, existe una verdadera necesidad insatisfecha de encontrar terapias nuevas, más seguras y eficaces para esta angustiosa afección, tanto para las mujeres como para los hombres que buscan tratamiento", explica Comninos.