El alcohol forma parte de la vida social española desde hace décadas, presente en ocasiones como cumpleaños, bodas o reuniones con amigos. Ya sea una cerveza al salir del trabajo o un cóctel para despedir las vacaciones, el consumo de bebidas alcohólicas está muy arraigado. Sin embargo, es importante recordar que un consumo responsable es esencial para evitar problemas de salud o adicciones.
El origen del vaso de tubo para los cubatas
Carlos López, socio de Cream Coffee & Cocktails en Almería y miembro de OTC Group, distribuidora de marcas premium para hostelería, ofreció una interesante reflexión sobre el uso del vaso de tubo en el podcast Me Pierde La Boca. Según López, la popularidad de este tipo de vaso está relacionada con la falta de especialización en la coctelería en sus inicios en España.
"Nos encontramos en un país donde el turismo y la fiesta comenzaron a crecer, y había que servir alcohol. ¿Cómo se servía? Con refresco y destilado. Como no sabíamos hacerlo mejor, por ejemplo, añadiendo un poco de lima o piel de limón para un buen gintonic, se optaba por lo sencillo: vaso de tubo, tres cubitos, una rodajita de limón, refresco y destilado", explica López.
López describe esta tendencia como una "desprofesionalización" del sector, en la que lo importante no era tanto la presentación o el equilibrio de sabores, sino la rapidez y la facilidad a la hora de servir las bebidas en fiestas y bares. "Cada vez era más común encontrar esta forma sencilla de servir combinados, lo que llevó al auge del vaso de tubo como el formato estándar", añade el experto.
Del cubata a la coctelería española
Aunque en términos técnicos un cubata, como el ron con Coca-Cola, puede considerarse un cóctel básico, en España ha evolucionado hasta convertirse en una categoría propia de la bebida popular. La coctelería internacional ha traído consigo bebidas más elaboradas, como el Margarita, el Daiquiri o el Mojito, pero en el país, las mezclas más simples han prevalecido como la norma.
"Hoy todos bebemos coctelería de una forma u otra", afirma López, refiriéndose a combinaciones como el gintonic o el whisky con refresco.
El vaso de tubo, con su diseño simple y eficiente, ha sido el vehículo perfecto para esta tendencia. "Vaso de tubo, tres cubitos, una rodaja de limón, refresco y destilado" es la fórmula mágica que ha conquistado bares y celebraciones en todo el país, señala López. La rapidez en el servicio, la familiaridad y la economía han hecho que el vaso de tubo sea el estándar en España, sin importar la bebida que se sirva.
A pesar de la creciente sofisticación del mundo de la coctelería, el vaso de tubo se ha mantenido como un emblema de las noches de fiesta y las reuniones informales. Su prevalencia refleja la forma en que los españoles han hecho suya la cultura de los combinados: sencilla, accesible y, sobre todo, rápida.
El reinado del vaso de tubo en las barras españolas
Aunque hoy en día existen multitud de opciones para servir bebidas, como la copa de balón, el vaso de whisky, el de martini o los vasos tipo Collins, el vaso de tubo sigue dominando en bares y casas de todo el país. Esta versatilidad y tradición es lo que ha mantenido su popularidad frente a las modas y tendencias.
Bebidas tan comunes como el ron con cola, el gin tonic o el whisky con naranja son ejemplos de cómo la coctelería se ha adaptado a los gustos locales, manteniendo siempre la funcionalidad y simplicidad. Es fácil encontrar en cualquier celebración, desde bodas hasta cumpleaños o simplemente una reunión entre amigos, que los cubatas sean servidos en este icónico vaso, que sigue siendo un símbolo de la cultura festiva española.
Con todo, parece claro que, aunque los gustos evolucionen y las modas cambien, el vaso de tubo sigue reinando como el recipiente favorito en España para disfrutar de un buen combinado.
