Cada vez es más frecuente que no tengamos tiempo para nosotros mismos y es que si trabajamos y estudiamos a la vez, pocas horas libres nos quedan, al igual que si trabajamos una jornada completa y cuidamos de alguien. Nuestra forma de vida está mal organizada. Al menos así lo asegura la psicóloga Laura Carstensen, directora del Centro de Longevidad de Stanford.
Para la profesional la solución a nuestro estrés es poder estudiar durante más años para poder combinarlo con el cuidado de la familia, así el trabajo a tiempo completo lo tendríamos que dejar para más adelante. Por eso propone que las empresas y las instituciones rediseñen sus modelos laborales y se ajusten a la vida que deberíamos llevar, según Carstensen.
"La esperanza de vida actual es la más alta de la historia y por este motivo la vida laboral de las personas debería extenderse durante todas aquellas etapas de sus vidas en las que realmente pueden trabajar", explica la psicóloga. Como consecuencia la formación académica tendría que alargarse durante más años y empezaríamos a trabajar a los 40. Otra consecuencia es que las carreras laborales serían más duraderas y a medida que nos acercásemos a la edad de jubilación (80 años), comenzaríamos a trabajar a tiempo parcial.
Pros y contras
Esta propuesta de modelo de vida laboral y personal puede tener sus ventajas, como disfrutar más de la juventud y edad adulta, pero por otro lado también presenta numerosas desventajas. Y es que estudiar tiene un coste alto que no todo el mundo se puede permitir, por ejemplo el coste de las carreras en España se sitúa en 1.110 euros de media. Asimismo tenemos que pagar facturas y sin trabajar, por el momento, no se pueden pagar, y tampoco con un trabajo de media jornada.
Sin embargo, Carstensen está más que segura de que su propuesta acabaría triunfando: "No hay razón real para que tengamos que trabajar como lo hacemos ahora. Lo más complicado ahora es decidir cómo empezar el cambio. Una vez se haya iniciado este cambio, no hay dudas de que funcionará".