Cayetana Marmolejo era una persona de admirar. Con solo 26 años, la joven había aprobado la dura oposición en categoría A1 como secretaria en el Ayuntamiento de Jimena de la Frontera (Cádiz). Gracias a ello, cobraba unos 2.500 euros mensuales o 60.000 anuales brutos. Sin embargo, por lo que parece, Marmolejo no se sentía suficientemente satisfecha con los frutos de su trabajo, el cual tanto le había costado conseguir. A día de hoy, la joven se encuentra en prisión preventiva y sin fianza en el módulo de mujeres de la cárcel de Botafuegos (Algeciras).
La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional (UDEF) la sitúa como una de las principales blanqueadoras de dinero procedente del narcotráfico de hachís. Cayetana era novia de Juan de los Reyes Muiño, del clan gitano de los 'Pelúos' de La Línea y, junto con la familia de él, poseían un patrimonio de unos cuatro millones de euros. El problema es que la única que trabajaba en este clan era Cayetana y ninguno de los demás miembros poseían ningún tipo de ingreso declarado. Este fue uno de los principales motivos por los que se destapó a este clan, que mostraban su riqueza y opulencia sin ningún tipo de vergüenza.
Delatada por sus propias redes sociales
Era un secreto a voces que la joven llevaba una doble vida, ya que presumía de su alto nivel de vida a través de las redes sociales. En ellas Moralejo, conocida en el pueblo como la 'Uñitas', por su cuidada manicura, mostraba sin tapujos su verano en Ibiza junto a su pareja. Alquilaban yates, daban fiestas, tomaban el mejor champán francés, no escatimaban en gastos. Por lo que estas imágenes no tardaron en ser objeto de sospecha para la Policía. Las autoridades no se explicaban cómo una joven con un sueldo relativamente alto (pero no acorde al tren de vida que llevaba) y con una pareja que no declaraba ningún tipo de ingresos, conseguía acceder a tantos lujos.
Muchos en el pueblo la tachan de "tonta", ya que no entienden como una mujer como ella, "guapa, educada, estudiosa y de buena familia" pudiese estar involucrada en un entramado de este tipo. Su padre es Antonio Moralejo, un histórico dirigente del PSOE andaluz y su madre Almudena García, conocida en la localidad como 'La Bella', se dedica a los negocios inmobiliarios en Sotogrande.
Un armario de 18 metros
Sin embargo, el amor por el lujo y por Juan de los Reyes Muiño fue suficiente para que la joven decidiese arriesgar todo su pasado por un futuro lleno de oro. Cayetana vivía junto a su pareja en un chalet de Sotogrande. Allí gozaba de tres armarios, cada uno de seis metros de largo, en el que acumulaba prendas de Louis Vuitton, Chanel, Dior... La policía encontró, desde bikinis de 700 euros, a bolsos de 8.000. Algo difícil de justificar para una chica que gana 2.500 euros al mes.
La joven realizaba compras por internet e invertía con su propia tarjeta en marcas de lujo, pero en lo que más gastaba era en las tiendas de Puerto Banús (Marbella). En estas llegó a desembolsar 22.000 euros en solo seis meses, ya que tal y como afirma una fuente cercana a la investigación, "era gastar por gastar". Esta era una de las formas con las que la pareja trataba de blanquear todo ese dinero.
Otras de las claves para descubrir la actividad delincuente de la joven fue la ausencia absoluta de movimientos de tarjeta bancaria para afrontar gastos normales, cotidianos y periódicos. Cayetana no utilizaba sus cuentas para financiar gastos corrientes como repostar en la gasolinera, ir al supermercado o pagar la peluquería. Además, el 90 por ciento de sus compras las pagaba en efectivo.
Cayetana Moralejo fue detenida por la mañana en su lugar de trabajo, el Ayuntamiento de Jimena, en plena jornada laboral. La joven no puso resistencia en ningún momento, además la Policía sostiene que "estaba bien aleccionada". Ya que el clan era consciente de que serían detenidos e incluso estuvieron a punto de fugarse, pero los consejos de sus abogados hicieron que esa idea se disipara de sus cabezas. La joven se encuentra junto a su suegra en el módulo de mujeres de la cárcel de Botafuegos a espera de juicio.