Tony Smith fue encarcelado junto a su mujer a principios de año, por haber torturado a su bebé. El pequeño tenía en ese momento tan solo algo cuarenta y un días. La paliza que le propinó al bebé fue de tal calibre, que acabó con septicemia y un total de ocho huesos fracturados. Los médicos no consiguieron salvarle las piernas a Tony (que así se llamaba el hijo de la pareja), y no les quedó más remedio que amputárselas. Por suerte, cuando sus padres perdieron la custodia, el bebé fue adoptado por una familia.
Desde el 2014, Smith ha estado esperando para entrar en prisión. Entró en febrero de este mismo año. Y, ahora su nombre ha vuelto a salir a la luz porque ha recibido una brutal paliza por parte de sus compañeros de prisión tras haber sido trasladado de forma incorrecta al ala de 'prisioneros vulnerables'. Una fuente habló con el diario Daily Star para contar lo sucedido.
Encerrado, atado y objeto de palizas
"Le mantuvieron como rehén en su propia celda durante cuatro horas. Durante ese tiempo, le ataron a una silla y lo atacaron con un calcetín lleno por completo de latas de atún y barras de metal. Los guardias de la prisión consiguieron sacarlos en el último momento; tiene suerte de no haber muerto. Los dos hombres están ahora a la espera de una investigación para saber cómo sucedió todo esto", explicó la fuente en cuestión.
Smith acabó muy malherido tras los golpes, con una fractura en la cuenca del ojo, la mandíbula completamente rota y varias costillas fisuradas. Actualmente se encuentra recuperándose, preparado aún para cumplir el resto de condena de diez años.