Las elecciones municipales y autonómicas del próximo 26 de mayo se están planteando como una segunda vuelta de las pasadas genereales. El batacazo de los populares y la cercanía del 'sorpasso' de Ciudadanos (que se materializó en autonomías clave como Madrid), hacen que esta cita electoral se plantee la supervivencia de Pablo Casado o su relevo inmediato.
En lo que prácticamente hay un consenso generalizado, es en la necesidad de dirigir al partido hacia el centro del tablero político. Así opinan la mayoría de barones regionales, aunque habrá problemas durante toda la legislatura para disciplinar a los fichajes 'estrella' como Cayetana Álvarez de Toledo, que no hacen el mismo diagnóstico.
Dejando de lado esa batalla que, junto con la necesidad de visibilizar al partido ante la frágil presencia parlamentaria, aunará dos retos de gran envergadura... ¿Qué sucedería con el Partido Popular si se viese obligado a elegir un nuevo líder? ¿Qué personas podrían encabezar la, al menos aún, segunda fuerza política de toda España?
Vamos a elegir una quiniela con una serie de nombres, algunos porque suenan dentro de la estructura y otros porque creemos que podrían ser garante de futuro para que el Partido Popular recupere su liderazgo, aunque algunos tienen pocas posibilidades reales de sumarse a esta batalla como explicaremos a continuación:
1 Borja Sémper
El actual candidato a la alcaldía de San Sebastián cuenta con una larga lista de cualidades perfectas para que el Partido Popular pueda recuperar el liderazgo del centroderecha que ha perdido durante esta campaña.
Porque Borja Sémper podría ser el mejor dique de contención frente a Ciudadanos: cuenta con un perfil moderado y centrista, capaz de conectar con los más jóvenes y bastante carismático. Podría decirse que es la antítesis del actual Pablo Casado. Además, su juventud le vincula al discurso de regeneración política y los círculos en los que se mueve dentro del PP le permiten desvincularse por completo de una etapa que la formación quiere olvidar cuanto antes.
Sémper, que apoyó a Soraya Sáenz de Santamaría en las pasadas primarias de julio de 2018, ha mostrado durante esta campaña municipal algunas intenciones de ensanchar el partido, incluyendo referencias a los colectivos LGTBI antes de que el PP sufriera el descalabro de las generales: ha sido uno de los mayores críticos con el giro hacia la derecha que ha vivido el partido en esta etapa.
Su posición también le distancia de otros compañeros en el PP vasco, como la líder en Vizcaya Raquel González, responsable de fichar a la líder de extrema derecha Yolanda Couceiro, apodada por algunos medios como la 'Marine le Pen española'.
2 Alberto Núñez Feijóo
El barón gallego cuenta como principal aval que es el único presidente autonómico que gobierna en su región con mayoría absoluta y que ha conseguido frenar con mayor éxito el auge de VOX durante las generales.
Feijóo es toda una institución dentro del PP, la persona a la que todos miraron para suceder a Mariano Rajoy y con una extraordinaria habilidad para reconciliar a todas las familias del partido, que podrían iniciar una guerra sin cuartel tras el 26 de mayo. Además, es la persona que está llevando la iniciativa en la actual crisis del PP.
El problema, sin embargo, se centra en sus vínculos con el narcotraficante Marcial Dorado y supuestos comentarios sobre dossieres que vuelan sobre su figura. Nadie en el PP quiere revivir otro 'caso Cifuentes' con vídeos y fotografías circulando por medios de comunicación y esto podría lastrar su candidatura, como se ha especulado en las pasadas primarias (Cospedal y Casado llegaron a anunciar que renunciarían en el caso de que él se presentase para suceder a Mariano Rajoy).
3 Iñaki Oyarzabal
Al igual que Sémper, Iñaki Oyarzabal forma parte del sector más moderado del Partido Popular vasco. Además es una persona LGTBI visible, lo que le desvincula a un PP sobre el que pesa el recurso ante el TC en contra del matrimonio igualitario y el entorno de Casado, con María San Gil al frente, que aboga por restringir derechos en este sentido. De hecho, ambos están fuertemente enfrentados.
Oyarzábal ha mostrado un discurso centrado durante la actual campaña, llegando a ofrecer pactos con el PNV y con el PSE-EE en Álava y podría quitar la imagen de un partido que se ha dirigido extremadamente hacia la derecha durante los últimos meses.
4 Fernando López Miras
El presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, podría llegar a representar la ruptura con el pasado dentro del Partido Popular, al erigirse como el sucesor del imputado Pedro Antonio Sánchez tras ganar unas primarias.
El problema es que durante la campaña sí llegó a ofrecer pactos con VOX y su imagen le aleja del centro que ahora se busca volver a conquistar desde Génova, aunque haya cambiado su discurso tras las generales. A pesar de ello, algunas voces del partido no le descartan en la carrera sucesoria.
5 Juan Vicente Herrera
El presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, ha decidido alejarse de la política por decisión propia. Además, es evidente que las dos décadas que ha permanecido al frente de la región dificultarían la imagen de regeneración.
Sin embargo, Herrera sí cuenta con fortalezas. Entre ellas, que se trata de una figura política muy respetada dentro del PP, pero también fuera. Ha sido el único barón que ha impulsado un decreto en materia de Memoria Histórica y que ha financiado la exhumación de fosas con mayor ahínco, incluso, que algunas autonomías socialistas.
Todo ello, sin duda, le conferiría una imagen que podría recuperar el centro y que podría tener éxito, similar a la que el candidato socialista Ángel Gabilondo mantiene en la Comunidad de Madrid (es el único que aprueba).
El tiempo que el PP pasará en la oposición se prevé largo, lo que por otro lado podría plantear el liderazgo de Herrera como una transición como la que vivió el PSOE de Rubalcaba o, por otro lado, consolidar una hipotética candidatura.
6 Soraya Sáenz de Santamaría
El retorno de Soraya Sáenz de Santamaría podría convertir a la exvicepresidenta en una política con una trayectoria similar a la de Pedro Sánchez: perdió frente a gran parte del aparato y volvió a encabezar al partido tras una crisis interna.
Soraya Sáenz de Santamaría cuenta con puntos a favor. Entre ellos, el apoyo de la todopoderosa federación andaluza (Juanma Moreno y Javier Arenas), su buena imagen entre el electorado, su evidente carácter centrista y que tiene equipos formados y muy alejados de esta etapa, aunque se encuentran actualmente dispersados tras la 'purga' ejecutada desde Génova.
Pero, igualmente, hay dificultades. Primero, que ella quiera dejar su trabajo en el bufete Cuatrecasas para recoger los restos de un partido en franco declive, en el que ella no tendría escaño como diputada y que tendría que sobrevivir en el Congreso con solo 66 escaños. Segundo: gran parte de la estructura territorial no olvida su exiguo compromiso con el partido cuando los casos de corrupción minaban la imagen de la formación.
7 Juanma Moreno
El presidente andaluz, todo un símbolo en el PP en la actualidad a pesar de que Génova ya le había montado una gestora (nadie creía en sus posibilidades), sufre un problema: pertenece al sector moderado (fue uno de los principales impulsores de la Estrategia Nacional para la Erradicación de la Violencia contra la Mujer que su partido niega y apoyó a Soraya en las primarias); pero el pacto que él mismo firmó con VOX por imposición de la dirección de Pablo Casado le aleja enormemente del centro en la mente de muchos votantes.
Cuesta creer que Moreno pueda elaborar una retórica sólida contra los "populistas y ultraderechistas", como ahora califican a VOX, cuando él mismo se quemó a la hora de firmar un pacto con el que nunca estuvo del todo de acuerdo. Aunque era evidente que la derecha no iba a dejar de lado una oportunidad histórica, Moreno no expandió la responsabilidad del acuerdo con VOX hacia C's y se encuentra fuertemente vinculado a la actual etapa en el imaginario de los votantes.
A pesar de todo, hay quien sí apuesta por él como sucesor, ya que representa el símbolo de la última victoria electoral del PP antes de la actual crisis y podría ayudar a movilizar a un electorado que actualmente se queda en casa desilusionado o se marcha a otros partidos.
¿Cuál será el futuro del Partido Popular? Por el momento es una incógnita, ya que Pablo Casado quiere agotar toda la legislatura y algunos sondeos internos aseguran que el voto empieza a volver tímidamente al partido. El resultado en plazas clave como Madrid será fundamental, pero nadie puede negar que su corto liderazgo se encuentra completamente en entredicho.
