Tras meses de espera, y tras toda la expectación levantada tras el desastre del Samsung Galaxy Note 7, Samsung presentó ayer finalmente su Samsung Galaxy S8. Nueva York fue la ciudad elegida por la empresa coreana para lanzar su nuevo buque insignia, el que se espera que consiga sanar a la compañía de la caída tan grande en ventas que ha sufrido. Aunque no solo se habla del Galaxy S8 como el nuevo representante de Samsung, sino también como el teléfono más importante de la gama Android. Puede que haya algunos mejores en cuanto a especificaciones técnicas, pero Samsung se ha ganado ya un lugar reputado en el espacio de las marcas telefónicas, y eso no hay quien se lo quite. Siempre y cuando sus teléfonos dejen de explotar, claro...
Y es que aunque ya haya pasado tiempo, la empresa va a tener mucho que demostrar. Lo principal, que las baterías de sus nuevos teléfonos no tienen ningún tipo de problema. A partir de ahí, puede que los usuarios ya comiencen a perdonar otros posibles errores.
Lo primero en lo que nos fijamos es en su estética, donde la pantalla es el eje principal de todo. Se esperaba esto de Apple y su nuevo iPhone, el que pudiera ser presentado en septiembre, con lo cual Samsung podría haberse adelantado a la compañía estadounidense. Además de tener una pantalla sin apenas ningún tipo de marco, llama la atención que tiene los bordes curvados (tanto el Galaxy S8 como su hermano mayor, el Galaxy S8+). En esta ocasión no hay un modelo recto y un modelo Edge; se ve que la empresa quiere hacer de las pantallas curvas su símbolo de identidad. Como siempre, los detalles están cuidados prácticamente al máximo, y se nota desde el primer momento que estamos ante un móvil de gama alta.
Destripando el Galaxy S8
Empecemos por la pantalla, que, como hemos señalado, es lo más llamativo del terminal: es de 5'8 pulgadas, tiene una resolución 2K, algo impresionante para un teléfono móvil. Además, cuenta con tecnología Super AMOLED, con lo cual encontramos 570 píxeles por cada pulgada. El cuerpo del terminal en sí está construido en cristal, haciendo que su apariencia de lujo sea aún más fuerte. Por cierto, por si teníais la duda: tiene puerto Jack de 3'5 milímetros, el de los auriculares tradicionales. Samsung no ha querido eliminarlo, como sí que lo ha hecho Apple en su último modelo de iPhone.
Si comenzamos a analizar las entrañas del terminal, veremos que tanto el procesador como la RAM y el sistema operativo tienen lo último, lo más reciente. El procesador es Exynos 8895 de 64 bits y 10 nm, con nada más y nada menos que ocho núcleos. De estos ocho núcleos, cuatro son a 2'2 Ghz y los otros cuatro a 1'7. Es decir, que es un móvil potente más allá de lo que la propia palabra indica.
El nuevo Samsung Galaxy S8 cuenta con 4 GB de memoria RAM DDR4, y 64 GB de almacenamiento interno; este último almacenamiento utiliza tecnología UFS 2.1, con lo cual su velocidad de lectura y de escritura es mucho mayor que la de los móviles que estamos acostumbrados a encontrar en el mercado. Para poder con todo esto, y que la batería del móvil aguante más de un día, Samsung ha implementado una batería de 3.000 mAh. Incorpora Android 7, la versión más reciente de Android que se puede encontrar ahora mismo en el mercado.
En cuanto a calidad fotográfica, Samsung tampoco deja nada que desear. La cámara trasera, que no es dual, tiene un sensor Dual Pixel de unos 12 megapíxeles, además de una apertura focal 1.7 y un estabilizador óptico de imagen. Gracias a esto, obtenemos un sensor que nos permite mejorar las fotografías de noche, o tomadas con poca luz. Al igual que los últimos teléfonos punteros del mercado, permite grabar en 4K. La cámara frontal tampoco se queda atrás, puesto que dispone de 8 megapíxeles y de la misma apertura focal que la trasera. ¡Vais a tener los mejores selfies del mundo con este móvil!
Samsung ha presentado también un soporte de cristal gracias al cual el nuevo teléfono es capaz de grabar vídeos en 360 grados. Estos vídeos son lo más nuevo en cuanto a tecnología de este estilo se trata, y seguramente acaben haciéndose un hueco constante en nuestras redes sociales.
Quizás el único problema del terminal es su precio. Y es que por 809 euros, puede que muchos se planteen comprarse un iPhone en lugar del Galaxy S8. No es un precio competitivo, y esto es algo que Samsung debería haber previsto con anterioridad, sobre todo teniendo en cuenta la ventaja que le ha sacado Apple estos últimos meses. Para los que os interese, debéis saber que el Galaxy S8 sale a la venta el 28 de abril.
Bixby, lo nuevo de Samsung
Pero la empresa no se ha conformado con presentar su nuevo teléfono, sino que también ha querido presentar un nuevo asistente virtual. Bixby se ha presentado como la nueva 'Siri' que Samsung quiere introducir en todos sus dispositivos, un asistente basado en la inteligencia artificial y que será capaz de ayudar a los usuarios con todas las tareas más básicas. No solo podrá contestar preguntas, sino que también podrá ejecutar órdenes, escucharnos en cualquier momento y trabajar para nosotros sin necesidad de salir de las aplicaciones que estábamos usando. Bixby está completamente integrado tanto en el sistema en sí como en las propias aplicaciones.