La abrupta dimisión de Cristina Cifuentes tras la publicación de su vídeo robando cremas en el Eroski de Vallecas, ha sido calificada como "humillante" desde todo tipo de personalidades de la sociedad.
Las acusaciones de 'fuego amigo', la acción de los espionajes internos en el seno del PP de Madrid, la vinculación con la 'gestapillo' de Granados (que contrató a varios agentes desde su cargo en la Consejería de Presidencia para controlar a los disidentes del partido) o las acusaciones que profirió al señalar una 'relación muy estrecha' entre González y Cifuentes; han dejado al descubierto los navajazos que han recorrido a la formación que ha gobernado Madrid durante las últimas tres décadas.
El caso de la exbaronesa popular cuenta con varias coincidencias. Primero, que la empresa de seguridad del mencionado centro comercial pertenecía a Casesa. Esta empresa contó con varios contratos por parte de Ignacio González, en concreto, con su particular red de espías (que ha reconocido). Por otro lado, la comisaría de Vallecas a donde llegó el acta que posteriormente fue eliminada, contaba con personal vinculado a Villarejo.
En mitad de esta trama, prácticamente novelesca, se ha especulado en todo momento con la existencia de un completo dossier sobre la propia Cifuentes cargado de todo tipo de vídeos y pruebas que podrían dañar aún más su imagen. Y, de paso, sobre otros miembros de su gobierno como el sucesor Ángel Garrido.
¿Qué material se conserva sobre Cristina Cifuentes? ¿Podría complicar su situación judicial? Por el momento, la sombra de la imputación a cuenta del caso máster continúa sobre ella...
Grabaciones, El Corte Inglés y fiestas
Los dossieres que se mantienen escondidos sobre la presidenta cuentan con todo tipo de información. Al parecer, el contenido se encuentra en manos del Comisario Villarejo y podría haber sido trasladado a algunos periodistas colaboradores que han destapado el escándalo de Eroski.
Al parecer, el material contendría varios vídeos en los que la expresidenta aparece protagonizando escenas. Parte del entorno consultado por Joaquín Vidal (ex de Interviú) reconoce que hay gran credibildad en torno a las grabaciones en las que Cifuentes aparece merodeando en varios centros comerciales de El Corte Inglés.
El nombre de 'desórdenes' aparece en varias ocasiones. Entre ellos, se señalan varias noches de juerga en las que la expresidenta aparece oculta bajo una peluca para no ser reconocida. Varios medios de comunicación han contrastado la veracidad de las informaciones y algunas personas de su entorno opinan: "Cifuentes es una imprudente".
Infidelidades, años "físicamente complicados" y desórdenes
Las leyendas sobre Cifuentes han circulado por todo el ámbito político madrileño y han sido difundidas por altas instancias del CNI, liderados por un antiguo guardia civil conocido con el nombre de J.
Según estas confidencias, la propia Cifuentes vivió durante años sumida en el más completo desorden. Tanto, que se vio obligada a 'reconstruirse' con el paso de los años a base de cirugía: "Tardó mucho en encontrarse, hay años físicamente complicados, en los que no salía bien en ninguna foto", explica un político cercano a su entorno.
Fueron años, efectivamente, complicados y con mucho movimiento para la expresidenta. En aquellos momentos, sus compañeros de bancada la conocían con el nombre de 'la china': en concreto, por una relación especial que comenzó en un viaje oficial de la Comunidad de Madrid al país asiático. Tal y como relató en el año 2006 el diario El Economista, el sucesor de Aguirre acudió a Shanghai para inaugurar una oficina de la Cámara de Madrid: "En los últimos años, sobre todo en los dos últimos, la demanda por China ha sido espectacular", relató ante los medios.
Esta relación, evidentemente, no era desconocida en el entorno de la bancada popular. Según sus compañeros, había un carácter tórrido y evidente en la relación. Tanto, que algunos de ellos llegaron a presenciar situaciones incómodas .
La relación se rompió en el año 2011, por una circunstancia que llevó a que ambos se convirtiesen en grandes enemigos. Se especula con la posibilidad de que ella intentara retomar la relación posteriormente, aunque no llegó a materializarse.
El rumor sobre esta relación llegó a la esposa de González, Lourdes Cavero, en forma de llamadas con un contenido especialmente desagradable: "Eso será un problema entonces que tiene mi marido, no yo", fue su respuesta. La publicación de las grabaciones podría cambiar su postura.
"Cifuentes era una choni"
Su experiencia en el Partido Popular (toda su carrera laboral se ha desarrollado dentro de la formación), llevó a que la expresidenta llegara a solicitar una consejería durante el gobierno de Aguirre.
La exlideresa madrileña llegó a valorar esta posibilidad, pero finalmente reculó. Sus palabras textuales para justificar esta decisión fueron las siguientes: "Creo que es una choni". Literalmente.
Cifuentes comenzó a creer que su puesto como vicepresidenta de la Asamblea de Madrid suponía su techo político. Pero, misteriosamente, la propia Aguirre decidió convertirla en un auténtico gigante con pies de barro: la convirtió en Delegada del Gobierno
Este suceso se materializó ocho meses después del robo queha terminado con su carrera. Con este movimiento, la exlideresa conseguía 'matar dos pájaros de un tiro': primero, quitásela de encima y, segundo, conseguir todo el poder en Madrid en detrimento de un Gallardón debilitado en el Ayuntamiento y en contra de su eterno enemigo: Mariano Rajoy.
Sin embargo, la "choni" comenzó a despuntar gracias a Marisa González. Directora de comunicación en la época de Gallardón en el Ayuntamiento, Marisa es conocida por crear perfiles desde cero. Ella fue la responsable de que todos tomáramos a Gallardón como el 'verso suelto' progresista del PP. Gracias a ella, Cifuentes comenzó a contar con un amplio perfil mediático y político inédito para el cargo que ostentaba.
Quizás, llegados a este punto, necesitemos hacer un apunte: Marisa se vio abandonada durante la época del expresidente en el Ministerio de Justicia, por lo que quería ajustar cuentas con el antiguo PP de Madrid. Por otro lado, Cifuentes tenía la intención de destronar a González.
La "choni" se convierte en presidenta y presenta las actas del Canal
El resto de la historia es ampliamente conocido. Cifuentes consigue retirar el puesto a González, que tenía la intención de repetir como candidato a liderar la Comunidad de Madrid, a pesar de que sus corruptelas ya eran vox pópuli en toda la capital.
El asunto del ático pagado por un testaferro de Enrique Cerezo (presidente del Atlético de Madrid), tras concederle jugosos contratos en TeleMadrid, había herido a González sensiblemente al sucesor de Aguirre.
Pero, sin embargo, la estacada a González llegó con la entrega de las actas del Canal a la Justicia. El entorno de Cifuentes le advirtió, mientras que Edmundo Rodríguez Sobrino, Mauricio Casals y Francisco Marhuenda mantenían llamadas en las que, literlamente, prometían que Cifuentes "va a pasarlas putas".
La detención de Sobrino y González convirtió en realidad el mayor de los temores de ambos, aunque todo cambió cuando el expresidente salió en libertad condicional. Con Cifuentes ya señalada por el contrato de la cafetería de la Asamblea a Arturo Fernández, la expresidenta vio cómo salía el escándalo del máster por parte de un medio de izquierdas y el vídeo de su robo por un medio de derechas. Una jugada perfecta, que suponía la puntilla y la muerte política para Cifuentes. ¿Saldrá el material restante de la expresidenta? Quizás, sea cuestión de tiempo.
