España es uno de los países que más cerveza consume. Nuestro país ha cambiado progresivamente el patrón mediterráneo que antepone el vino sobre esta bebida de lúpulo, aunque España todavía se encuentra lejos de otros países como Eslovaquia, que copan las listas de máximos amantes de esta bebida.
A pesar del furor que pueda desatar, cabe señalar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no superar los 20 gramos de consumo de alcohol diarios, lo que se traduce en dos copas de vino o cerveza por persona.
A pesar de ello, muchos expertos desaconsejan directamente esta recomendación y llaman a eliminar por completo el alcohol o, por su parte, convertirlo en algo ocasional. Es la mejor vía para evitar muchos de los problemas que podemos experimentar por el consumo diario de cerveza, que aporta más consecuencias negativas que positivas.
Los efectos de beber cerveza a diario
Porque lo cierto es que un consumo diario de cerveza tiene más efectos negativos que positivos. Tan solo se destaca en el lado bueno que, una ingesta controlada, podría ayudar en cierta manera a luchar contra las enfermedades cardiovasculares.
El consumo diario de cerveza se relaciona con la obesidad, enfermedades hepáticas y cáncer. Más de 30 gramos diarios aumentan de forma evidente la aparición de cirrosis y cáncer, especialmente en garganta y boca.
El malestar estomacal también está relacionado con el consumo de cerveza de manera diaria. Son daños en el estómago o el esófago, que se manifiestan como los problemas más comunes entre las personas que consumen la bebida de lúpulo a diario.
Además, un consumo diario de cerveza también se relaciona de forma directa con mayor riesgo de muerte. Los bebedores más asiduos y con problemas suelen presentar muertes prematuras con mayor frecuencia que aquellos que la ingieren de forma ocasional y no consumen alcohol.
Por último, el consumo diario de cerveza también se relaciona con un mayor riesgo de depresión, según diferentes estudios que analizaron bebedores asiduos en comparación con la situación de los bebedores esporádicos.