Este domingo 1 de octubre es un día decisivo en la historia de Cataluña y España, porque los independentistas, a pesar de contar con la total oposición del Gobierno central, van a votar en un referéndum que podría terminar con la salida de Cataluña de España
1 Razones del malestar catalán
En Cataluña, existe una realidad social que no se corresponde con la realidad jurídica. Los catalanes, cerca de un 80%, no están de acuerdo con su sistema de autogobierno actual. Esta parte de la población quiere votar en una consulta legal cuál debería ser el destino de la comunidad. Los catalanes no sienten el Estatut como propio, se rompen las bases de la constitución de 1978 y consideran que no se respeta la pluralidad territorial de España. En resumidas cuentas, sienten que el Gobierno Central les oprime, tanto económica como culturalmente.
2 ¿Es legal el referéndum?
El Tribunal Constitucional, que es quien tiene la última palabra en cuanto aquello que se puede o no hacer, ha declarado en varias ocasiones que un referéndum de autodeterminación no se puede llevar a cabo legalmente sin una reforma de la Constitución, ya que en el artículo 2 se hace mención explícita a "la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles". Un artículo que tiene una protección especial porque afecta al Título Preliminar. Y aunque la Generalitat se basa en la nueva legalidad catalana para defender la consulta, el peso de la prohibición expresa del Tribunal Constitucional lo hace inviable, al menos según la legalidad reconocida a nivel internacional.
3 Los resultados, ¿Son vinculantes?
El Gobierno catalán el "resultado del referéndum tendrá un carácter vinculante", y el propio Puigdemont afirma que "quien hará valido el resultado del referéndum será la ciudadanía", que responderá claramente a su deseo de pertenecer o no a un estado propio. Sin embargo, la legislación actual dice que, que el resultado de un referéndum tenga carácter vinculante, depende únicamente del Gobierno central, por lo tanto, es muy improbable que ese sea el caso de Cataluña.
4 ¿Cuántos votos se necesitan para la independencia?
En el artículo 4 de la Ley del Referéndum está escrito que no hay un mínimo de votos que deban conseguir los catalanes para ser independientes sino que, simplemente con tener más votos afirmativos que negativos, ganaría la independencia. Por tanto, no se establece una mayoría cualificada para decidir un asunto de tal trascendencia.
5 ¿Cuál es la posición del Gobierno central?
El Gobierno, que reconoce en todo momento el descontento de la mayoría de la población catalana, no ha adoptado medidas para favorecer la integración de la autonomía. Su respuesta ha sido simplemente invocar al cumplimiento de las leyes, y aunque el ordenamiento jurídico es de obligado cumplimiento, también es cierto que las normas deberían tener un mínimo de aceptación entre las personas a las que afectan para que derecho y sociedad no vayan por caminos totalmente paralelos.
Según el artículo 155 de la Constitución, se podrían adoptar las medidas necesarias para obligar al cumplimiento forzoso de la ley, aunque es una opción que de momento no han adoptado, y siguen abogando por hacerlo todo desde la movilización de jueces, fiscales y policías es decir, desde el marco jurídico.
6 ¿Qué ocurrirá si sale el 'Sí'?
Teoricamente, en el caso de que hubiese más votos a favor de la independencia, el Parlament convocaría una sesión ordinaria para declarar formalmente la Independencia de Cataluña y se iniciaría la transición hacia la república que constaría de la preparación de la elaboración de una nueva Constitución, la celebración de unas elecciones constituyentes y la propuesta oficial de Constitución y la ratificación de la Constitución mencionada anteriormente mediante un referéndum.
Aun así, todo esto por parte de Cataluña, porque el Tribunal Constitucional tiene previsto evitar esto a toda costa suspendiendo la Ley de Transitoriedad.
