Ya han pasado más de cien años desde que el Titanic se hundiera, y más de 20 desde que lo vimos reflejado en las pantallas por James Cameron. Esta catástrofe fue una terrible desgracia que dejó 1.515 muertos y marcó a la sociedad del momento. Pero todavía hay fanáticos que no cesan en su intento de recrear este mítico barco, como el multimillonario australiano Clive Palmer, que lleva varios años peleando por poder zarpar con su recreación del barco original, el Titanic II.
Finalmente el barco zarpará en 2022 con la compañía Cruise Arabia and Africa y, tras varios problemas imprevistos durante todos estos años, podrá hacer el viaje original que pretendía hacer el Titanic desde Southampton, al sur de Inglaterra, hasta Nueva York, aunque en este caso debería poder hacer el viaje de vuelta también y en mucho menos tiempo.
Pero primeramente el Titanic II tendrá que ir desde China, donde está siendo construido, a Dubai, y después a la ciudad de origen del viaje, Southampton. Según la compañía encargada de su fabricación, este barco "ofrecerá una experiencia auténtica que proporcionará a los pasajeros un barco que tendrá los mismos interiores que el original pero que a su vez contará con sistemas de seguridad modernos, nuevos métodos de navegación y tecnología del siglo XXI para proporcionar el máximo nivel de comodidad y lujo". Además, están muy centrados en ofrecer una buena seguridad, por lo que incluirán un mayor número de botes salvavidas.
Clive Palmer se encuentra muy contento y orgulloso de que su proyecto se pueda llevar a cabo finalmente, y no olvida el suceso que marcó a tanta gente en 1912: "El Titanic llegó en un momento en el que el mundo era diferente. Había una cultura distinta y diferentes formas de vivir. Las personas trabajaban de forma más conjuntas. Y tal y como nos recuerda James Cameron... Nuestro corazón debe seguir adelante".
Problemas a la hora de crear el Titanic II
El viaje estaba planteado para comenzar en 2016, sin embargo, a lo largo de los años se han ido ocasionando diversos impedimentos que han hecho que el Titanic II se retrase. En 2013 se publicó un anuncio para encontrar un capitán que quisiese hacerse cargo del viaje, pero nadie contestó.
En 2015 hubo problemas con el gobierno de China, país en el que se está construyendo el crucero. Y ya fue en 2016 cuando el Brexit terminó por complicar más las cosas, pues la decisión de Clive Palmer era situar en Londres una sede europea de su empresa australiana de cruceros Blue Star Line. Pero el anuncio del abandono de la Unión Europea por parte del Reino Unido hizo que Palmer cambiara sus planes y pensara en situarla en París, pues "no tiene mucho sentido tener una sede europea fuera de Europa".
