En los dos últimos días Internet ha sido testigo, por desgracia, de varios trágicos vídeos virales que mostraban la muerte de dos hombres negros a manos de la policía. Dos casos diferentes y a miles de kilómetros de distancia que ponían en entredicho las labores de los agentes y la conveniencia de sus acciones. En Luisiana, Alton Sterling era inmovilizado por dos policías blancos y, cuando ya no podía huir, recibía un disparo mortal. Un día después, en Minnesota, otro policía blanco disparaba cuatro balas a Philando Castile tras detener su coche porque tenía un faro roto.
El hecho de que ambos casos se hayan podido ver en Internet, y que ocurrieran en circunstancias en las que las víctimas no suponían un peligro aparentemente real, ha encendido el debate nacional en Estados Unidos sobre si las acciones policiales aún hoy son extremadamente duras con la comunidad negra. Por este motivo, este jueves se convocaba en Dallas (Texas) una manifestación contra la violencia de la policías que ha acabado con cinco agentes muertos y siete heridos, según informan fuentes oficiales.
Terror en #Dallas Francotiradores asesinaron a tres policías y mas de una decena de heridos durante protesta.https://t.co/YZrGvb1TIO
? Noti Bomba (@notibomba) 8 de julio de 2016
Los agentes recibieron disparos por parte de dos francotiradores que se encontraban en una azotea, ventana o algún punto elevado de los edificios. Las autoridades reclamaron la ayuda vecinal para capturarlos y, alrededor de la una de la madrugada ya se había detenido a una posible sospechosa: una mujer que caminaba por un aparcamiento cercano a los disparos. Poco después eran detenidos otros dos hombres que trataban de huir en coche por la autopista después de levantar las sospechas de los agentes presentes.
Por otro lado, un cuarto sospechoso conseguía atrincherarse en su garaje y amenazaba con asesinar a más agentes y hacer detonar explosivos en su propia casa y en el centro de Dallas, según ha declarado el jefe de policía Mike Brown. Minutos después, el periódico Dallas Morning News anunciaba su muerte, aunque se desconoce si ha sido abatido por los agentes o se ha suicidado con su propio arma. También se desmentía la presencia de explosivos.
El Presidente Obama comparecia ante los medios desde Varsovia, donde calificaba la matanza de "un ataque atroz, calculado y despreciable contra agentes de seguridad" y volvía a referirse al problema de las armas en EEUU: "Hemos visto tragedias como esta demasiadas veces. [...] No es solo un problema negro. No es solo un problema hispano. Es un problema americano y a todos debería preocuparnos".
Otras protestas contra la violencia policial habían sido convocadas en Minnesota y Luisiana sin incidentes.