La obra cumbre de Edvard Eriksen, la Sirenita de Copenhage, uno de los símbolos más destacados de la ciudad, ha sido completamente teñida de rojo para denunciar la matanza de ballenas que aún se registra en las aguas del país nórdico.
"Dinamarca, defiende a las ballenas de las Islas Feroe", han escrito en rojo varios de los activistas que realizaron este acto en la arena de la playa. La caza de cetáceos es una costumbre milenaria que aún se practica en las islas asociadas a Dinamarca, en un territorio que no se encuentra bajo legislación europea.
Los lugareños acostumbran a atraer a las ballenas y, cuando éstas se encuentran cerca de la orilla y no cuentan con posibilidades de escapar, las retienen y las acuchillan hasta la muerte. Después, reparten la carne y la comparten entre todos.
Ahora, este grupo de activistas a favor de los derechos de los animales ha querido poner el foco ante un problema que aún está provocando la muerte de muchos ejemplares.
En otros países como Japón, la caza de ballenas se ha regulado ante el peligro que supone para la desaparición de la especie. Su carne era muy cotizada en los mejores mercados, y las técnicas de caza eran, en muchas ocasiones, cuestionables moralmente.
Ahora, el país vive el debate entre los que consideran que este tipo de actos vandálicos son intolerables porque destruyen el patrimonio, y los que afirman que es completamente legítimo realizar una reivindicación que garantiza la superviviencia de una especie animal, con un acto que no va a destruir la escultura, ya que posteriormente se puede arreglar.
Mientras tanto, la policía local ya ha anunciado una investigación para aclarar quiénes han sido los autores del incidente y no descartan tomar represalias por este acto. En cualquier caso, el grupo de activistas ha conseguido el efecto deseado: que se hable del problema de la caza de ballenas.
Sin embargo, la Sirenita de Copenhage ha sido víctima de todo tipo de actos: la han pintado, decapitado, vestido, arrancado un brazo e incluso un grupo de vándalos se dedicó a hacerla volar de su base con una fuerte carga de explosivos.