La crisis económica derivada de la pandemia del coronavirus ha afectado de lleno al sector del retail. El comercio no solo mira hacia la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores, sino que afronta todo un cambio de modelo en el que la venta online gana fuerza frente a la superficie, que queda como una especie de muestrario en un segundo plano.
Este proceso, que se planeaba a medio plazo, se ha visto impulsado con el confinamiento. El abrazo a la compra por internet derivará en un cierre de tiendas, que ahora mirarán hacia las zonas de gran tránsito con mayor superficie pero en menor cantidad. El objetivo no es tanto vender, como ser vistos y crear un espacio experiencial.
Inditex y H&M han sido las primeras en iniciar un proceso de reajuste de su superficie comercial, pero no son las únicas. La última en anunciar recortes es la zapatería española Marypaz. La firma ya ha convocado a los sindicatos para constituir una mesa negociadora en la que aprobará un ERE que incluirá un cierre destacado de tiendas.
La compañía sevillana se encuentra en pleno proceso de reestructuración del negocio. Esto implica cambios a todos los niveles: desde la estrategia de venta, hasta una reordenación de la red de tiendas y, sobre todo, un ajuste de costes para adaptarse a la situación actual.
La fase 2 como punto de inflexión
La extensión de la fase 2 a todo el territorio nacional ha permitido que la firma pueda reabrir su red de tiendas (incluyendo centros comerciales), pero ha evidenciado que hay un punto de inflexión: algunas de ellas todavía no han subido la persiana y no se espera que vuelvan a retomar su actividad.
La firma ha decidido desprenderse de aquella superficie comercial menos rentable y dedicar esos esfuerzos a potenciar al máximo su canal online, sobre todo tras haber puesto en marcha su plataforma digital el pasado mes de mayo.
La apuesta por internet es clara y va en línea con la tendencia del sector. Una tendencia preocupante para la economía general, si atendemos a la destrucción de empleo que implica sustituir una red de tiendas en todo el país por un único canal online de ventas.
Renegociación de los alquileres, proveedores y personal
El paso a la venta online no es el único cambio que afronta la compañía. Además, la firma ha decidido hacer frente a la nueva normalidad con un proceso de ajustes que incluirá la renegociación de alquileres, además del ajuste de precios con los proveedores y personal.
La situación de Marypaz no ha sido especialmente positiva durante los últimos doce meses. El fondo Black Toro dejó caer a la firma (al igual que con Amichi que tuvo peor suerte), pero Marypaz se salvó 'in extremis' gracias a la compra que ejerció el empresario Álvaro Pellón, el pasado mes de noviembre, a través de su sociedad Crocea Mors.
Esta operación fue determinante para salvar 700 empleos y 125 tiendas situadas en toda España, que siguieron bajo el mando directivo de la fundadora, Aguaded, pero bajo el manto económico de Pellón.
La firma llegó a liderar el sector de las zapaterías y distribuye anualmente cinco millones de pares en España. Ahora, sin embargo, el negocio se ha visto truncado con los confinamientos derivados de la pandemia y la falta de un canal online eficaz que no ha visto la luz hasta el mes de mayo.
La marca se prepara ahora para reinventarse. Quiere ser más digital y tener menos espacio en superficie. Solo el tiempo dirá si tiene la suficiente consolidación entre los consumidores para afrontar este cambio. Sin duda, el movimiento se enmarca en lo que se espera del sector y la amenaza de un apocalipsis retail como el que ya se vive en Estados Unidos.