Desde hace un tiempo, están apareciendo tiburones de dos cabezas alrededor del mundo y la ciencia no encuentra una explicación segura al fenómeno. Hace unos años, unos pescadores encontraron un embrión de dos cabezas dentro del útero de un tiburón toro, y en 2008 se encontró otro embrión de estas características dentro de un tiburón azul. Es precisamente en especímenes de tiburón azul donde se encuentran más embriones con dos cabezas (en México, hicieron un estudio entero dedicado a los animales de dos cabezas de esta especie), probablemente porque son los tiburones que más embriones llevan a la vez (hasta 50).
Y ahora, científicos españoles han encontrado un tiburón gato de dos cabezas, algo extremadamente inusual, puesto que es la primera vez que se encuentra esta deformidad en un tiburón ovíparo, es decir, que se reproduce por huevos en vez de llevar a las crías en el útero.
Los científicos vieron la mutación al observar un huevo transparente, e inmediatamente se dieron cuenta de que pasaba algo raro. Abrieron el huevo para estudiar al pequeño de dos cabezas, y afirman que es poco probable que el animal hubiera sobrevivido.
Pero lo que los científicos no saben es por qué esto está pasando cada vez más. En el caso del embrión de dos cabezas encontrado en España, al haber sido criado en un laboratorio, se baraja la posibilidad de que fuera simplemente una malformación genética provocada al haber dado vida a 800 ejemplares.
Pero en el caso de malformaciones en tiburones salvajes, la teoría más plausible es la mutación genética, provocada probablemente por infecciones bacterianas, contaminación o incluso por la pesca excesiva, que acaba con muchos ejemplares de la especie y se acaban dando casos de endogamia (reproducción entre la misma familia).
La teoría del científico Felipe Galván-Magaña, que dirigió el estudio realizado en México, sostiene que no es que estén apareciendo más tiburones de dos cabezas, sino que los estudios son más accesibles y es más fácil registrar las deformaciones.
Sea lo que sea, nos alegramos de que no haya demasiados tiburones de dos cabezas, porque si los tiburones en tamaño adulto ya dan miedo con una única dentadura, no nos queremos imaginar qué pasaría si tuvieran dos.