'The Imitation Game', también conocida en castellano como 'Descifrando Enigma', es una película de 2014 dirigida por Morten Tylldum junto con el archiconocido Benedict Cumberbatch en el papel protagonista. The Imitation Game nos presenta un film biográfico sobre el genio matemático británico Alan Turing en su etapa comprendida durante la segunda guerra mundial, momento en el que sirvió en el ejército británico con el único objetivo de descifrar la maquina codificadora nazi enigma.
Siempre resulta complejo adaptar a la gran pantalla una biografía pero en este caso la apuesta salió muy rentable. Obtuvieron el Oscar a mejor guion adaptado, junto a 8 nominaciones a mejor película de 2014 así como diversas nominaciones y premios a lo largo y ancho de los festivales de cine de todo el mundo. Pero... ¿Hasta qué punto es realidad o ficción? ¿Qué se dejó Descifrando Enigma por el camino? Hoy en los Replicantes destripamos The Imitation Game en la búsqueda del verdadero Alan Turin.
1 Ni tantos ni tan graves
Como suele ser tipo de los genios, Turing tenía sus particularidades, era tímido y en los momentos de tensión le atacaba un ligero tartamudeo, sumado esto a su homosexualidad que, por la Inglaterra de la segunda guerra mundial estaba tipificado como delito hacia que fuera un tipo ligeramente peculiar. Sin embargo, en la película se muestra a un Turin, que aunque perfectamente interpretado, se le atribuyen, llantos, temblores en las manos, y un aparente síndrome de Asperger que le dificulta profundamente entablar relaciones con sus compañeros, cosas que nunca se han demostrado ciertas.
Al igual que le añaden problemas, se le restan méritos. A lo largo de la película podemos ver a Turing corriendo por la campiña inglesa sin motivo aparente, pero la verdad es que Turing era un atleta de elite que devoraba maratones. Formaba parte del club de atletismo y podía recorrer en bicicleta 100 kilómetros a la ya, tierna edad de 14 años.
2 Adelantamos el reloj
Vale, lo entendemos es una adaptación, pero la verdad es que muchas de las personas que aparecen al comienzo de la película tardaron años en conocerse. Hugh Alexander, el compañero de Alan y gran ajedrecista, no formaba parte del equipo hasta 1940, cuando se convirtió en jefe analista del GCHQ, los servicios secretos de espionaje.
3 No se llama Christopher
La "máquina de Turin" su gran obra, para descifrar enigma ni se llamaba la "máquina de Turin" ni Christopher, como la llaman en la película. Christopher, su compañero de la infancia sí fue una realidad y sí fue un gran amigo que falleció en su juventud, afectando profundamente a Alan, pero la patraña sentimentalista de llamarla como su amigo es totalmente falsa.
En verdad se llamaba La Bomba y era un artilugio analógico con una misión, descifrar códigos. Pero tampoco es que fuera una invención de Turin, la bomba era de origen polaco y fue inventada allí, lo que Alan hizo, y muy bien hecho fue mejorar la máquina para que resultase útil, para que pudiera descifrar los códigos en un tiempo razonable para que los aliados tuviera tiempo de actuar. ¿Y sabes qué más? No solo hubo una máquina, hubo un total de 60.¿ De verdad creéis que los aliados iban a dejar en manos de un grupo de científicos y de una sola maquina toda la capacidad descodificadora de todas las comunicaciones alemanas?.
En verdad se produjeron bajo la dirección de Harold Keene un total de 60 Bombas, que lógicamente tras la guerra fueron destruidas.
4 A Hodges no le gusto
Andrew Hodges escribió la biografía Alan Turing: The Enigma en 1983, que fue el libro en el que se inspiraron para realizar la película. Hizo público su desagrado ante el film, pues por si no fuera suficiente servir en el servicio secreto de contraespionaje, describir la mejor maquina criptógrafa hasta el momento, ser el padre de la programación informática moderna y ser perseguido por su homosexualidad hasta acabar suicidándose con una manzana envenenada, Hollywood necesito añadir más suspense y emoción a la ya de por si apasionante y a la vez dura vida de Alan Turin.
5 Joan Clarke la novia
Paseos románticos, dosis de alcohol en la taberna y fugas adolescentes por la ventana. Joan si existió, y si se casó con Turing, pero no tal y como nos lo plantean. Siempre supo que Alan era homosexual incluso antes de que le pida la mano, cosa que por cierto, le sorprendió mucho realmente. Y claro, tampoco es que Joan fuese la "cheerleader" del equipo, la realidad es que casi el 75 por ciento de las personas que trabajaban en The Bletchley Park, la base secreta, eran mujeres. No solo eran "asistentas" muchas de ellas eran mujeres especialistas, con estudios y responsables de coordinar equipos científicos enteros.
6 Alastair no es malo
Bueno en verdad Alastair Denniston, en este caso se muestra como un comandante enfadado permanentemente con Alan, con ganas de despedirlo y harto de él. La realidad es que Alastair fue el responsable de la operación durante 20 años, y fue él quien contrato al equipo, incluido a Alan. Y había que darle más suspense, en la película parece que el equipo detesta a Alan, que es un bicho raro de los bichos raros y que no cae bien, nada más lejos de la realidad. La verdad fue que el equipo de Alan trabajo mucho, juntos y bien bajo su mando de ahí todos los buenos resultados
7 Espías rusos, como no
John Cairncross, el supuesto espía ruso que filtra información desde el equipo de Alan, bien, John fue de carne y hueso, estuvo en el equipo y era espía, pero no trabajaba con Alan, es muy probable que jamás se vieran, John estaba en el laboratorio 3 y Alan en el 6.
8 Test de Turin
Lógicamente la película se centra en una etapa concreta de la vida de Alan como si fuese un flash back del presente, momento en el que se encuentra detenido por conducta indecente y relata al inspector jefe su historia. Es en este momento donde muy escuetamente se deja caer el test de Turin, una prueba que permite identificar si se está hablando con una persona o una máquina, pero esto no se explica. La verdad es que no daría tiempo a explicar la cantidad de comunicaciones científicas que hizo Alan, sobre robótica, criptografía, cibernética, ajedrez, patrones y biología marina...demasiado para sintetizar.
9 Corriendo por la noche
En la película, a Alan de repente le aparece una bombilla encima de la cabeza y ni corto ni perezoso dice que se va a fabricar una máquina, que le den 100.000 libras y adiós muy buenas.
Como no era muy dramático, introdujeron una conversación discernida en un bar donde una trabajadora de las comunicaciones comenta que su homólogo alemán siempre introduce el código, que supone es el nombre de la novia de este lo que sumado al ya sabido Hail Hitler permite descifrar el código. Lo entendemos contar la verdad no era tan dramático y contar que un grupo de polacos barbudos llamados Marian Rejewski, Jerzy Rozycky y Henry Zygalski fabricaron la primera Bomba. La realidad fue más aburrida, horas de trabajo en laboratorio y horas de trabajo en equipo, nada más. Lo que si es cierto es que Alan mejoro la máquina y Gordon Welchman, un miembro del equipo de Alan la mejoró aún más al añadir el panel diagonal.
Queda claro entonces que para que la bomba funcionaria en menos de 24 horas, fueron necesarios los avances polacos, los de Alan y los de Gordon, no fue una única invención de una mente prodigiosa.
Lo que sí se dice, aunque nunca ha sido confirmado es que el logo (antiguo) de Apple, la manzana mordida con los colores del arco iris simboliza la manzana que Alan se comió, inyectada en cianuro. El motivo de su muerte en 1954 se dice que fue debido a que el gobierno obligó a Alan a elegir entre la cárcel o terapia hormonal por su homosexualidad, lo que le llevo al suicidio aunque las razones y causas de su muerte, fueron tan criptográficas como la máquina que desvelo, lo que ha suscitado diversas hipótesis.
Sea como fuere en el 2009 el Reino Unido hizo pública una disculpa, que posteriormente fue retirada de la mano del gabinete de Cameron para más tarde volver a dictarse un indulto y una disculpa total por orden de la Reina Isabel II a favor de Alan.
Actualmente su reconocimiento es total, se han erigido estatuas en su nombre, premios e incluso un instituto que lleva su nombre.
Sea como fuera a pesar de las licencias cinematográfica tomadas, siempre es bienvenido que un film biográfico sobre una persona que, según estimaciones oficiales salvó la vida a 14 millones de soldados y redujo la duración de la guerra por 2 años. ¿Qué hubiera sido de la ciencia si el gran Alan no se hubiera suicidado por culpa de las leyes anti homosexuales?, ¿qué otras teóricas, máquinas y enigmas hubiera planteado y resuelto?
Por mi parte, solo resta decir, gracias por todo Alan.