El periodo electoral antes del 21-D prácticamente ya se ha iniciado. Todos los partidos políticos en Cataluña han empezado a disparar unos contra otros, como en realidad llevan haciendo desde que comenzara a desarrollarse el proceso independentista.
En este cruce de acusaciones, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, llegó a asegurar que el Gobierno central les amenazó con "violencia extrema con muertos en las calles" si llevaban a cabo la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) tras el 1 de octubre. Una denuncia muy dura y muy contundente realizada sin ningún tipo de prueba, salvo que estaba basada en "fuentes muy fiables", según afirmó.
Sin embargo, tras la polémica generada, la respuesta del Ejecutivo no se hizo esperar. Su portavoz y ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, calificó estas palabras de "burda patraña". Y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, llegó a asegurar que eran "una vergüenza".
Varios días después de que estallara la polémica por estas graves acusaciones realizadas desde ERC, testigos y personas cercanas al entorno de Rovira la han desmentido asegurando que el Ejecutivo de Rajoy no utilizó esos términos y, en ningún caso, amenazó con sangre en las calles si los independentistas no frenaban sus planes.
¿Miente Marta Rovira?
Entre las personas que han dejado por mentirosa a Rovira se encuentran el lehendakari Íñigo Urkullu; el Síndic de Greuges (Defensor del Pueblo catalán) y el arzobispo de Barcelona, Juan José Omella. Todos han coincidido en lo mismo: el Gobierno nunca se llegó a expresar en esos términos.
El Ejecutivo vasco presidido por el peneuvista Íñigo Urkullu ha relatado a 'El Periódico de Catalunya' que no tuvo conocimiento de las supuestas amenazas vertidas por el Gobierno de España. Incluso Urkullu ha llegado a afirmar que la solución al conflicto con Cataluña estuvo cerca. El lehendakari afirma que llegó a creer que Puigdemont convocaría elecciones anticipadas en lugar de declarar la DUI. Sin embargo, los vascos quedaron decepcionados y sorprendidos ante la decisión final del exGovern.
Por su parte, el Síndic de Greuges ha querido dejar claro que el Ejecutivo de Rajoy no utilizó esas expresiones. Esta institución ha desmentido las acusaciones de la secretaria general de ERC tras las informaciones publicadas por el diario Ara. El encargado de negar el argumentario de Rovira fue Rafael Ribó. En una entrevista a Catalunya Ràdio ha afirmado que el Gobierno central solo habló de "contundencia".
Otra de las personas que también han negado las supuestas amenazas del Estado a Cataluña ha sido el arzobispo de Barcelona. En un comunicado, Juan José Omella, ha querido aclarar que durante su intento de mediación entre las partes no se produjeron tales avisos graves. Por lo tanto, desmentía así las informaciones aparecidas en diversos medios de comunicación que daban veracidad a las acusaciones de Rovira.
"Ya no hay calificativo que tenga para aplicar a esa afirmación. Dejémoslo en que es absolutamente falso. Es una enorme mentira y, sobre todo, es una vergüenza", fue la dura respuesta de Rajoy.
Tras las declaraciones del entorno de Rovira, sus acusaciones quedan en entredicho. Si realmente sus "socios" están en lo cierto, toda la credibilidad de la número dos de ERC se vería reducida a cero en un momento en el que los independentistas se encuentran divididos y han ido reculando en algunas de sus posiciones de ruptura unilateral con España.
Unas consecuencias muy negativas para todos: fractura social, huida de empresas, descarte de Barcelona para ser la sede de la Agencia Europea del Medicamento... entre otras. Unos daños que tardarán mucho tiempo en solucionarse.