El hasta ahora secretario general del PP, Teodoro García Egea, ha dimitido tras las múltiples peticiones desde diversos cargos del partido. Pablo Casado, mientras tanto, ha convocado a la Junta Directiva Nacional el próximo 1 de marzo para celebrar el Congreso extraordinario que le reclaman los barones sin aclarar si se presentará. Casado ha pedido ayuda a su entorno para buscar una "salida digna", según publica el diario El Mundo y ha intentado que Egea presentase antes su renuncia, algo a lo que el secretario general se ha negado en varias ocasiones. La decisión llega en mitad de la crisis abierta en el seno del partido y tras haber perdido el apoyo del barón considerado como referente en el partido, Alberto Núñez Feijóo.
Tres vicesecretarios se han sumado a los críticos y han pedido la celebración cuanto antes de un congreso extraordinario, tal y como expresaron en la reunión con Pablo Casado ayer, lunes, 21 de febrero. Son Javier Maroto, Cuca Gamarra y Andrea Levy, tal y como han expresado a través de Twitter. Casado finalmente ha cedido y ha convocado una Junta Directiva el 1 de marzo para celebrar dicho congreso extraordinario.
Tal como solicite ayer después de presentar mi renuncia en el Comite de Dirección, pido la convocatoria de un Congreso Extraordinario. ¿A qué se está esperando?
— Andrea Levy (@ALevySoler) February 22, 2022
Lamento con mucho dolor y tristeza tel espectáculo dado estos días. No lo merecen nuestros afiliados ni nuestro país.
Me ratifico en lo que trasladé ayer en el Comité de Dirección de @populares, que se celebre un congreso extraordinario con unidad para superar esta situación.
— Cuca Gamarra (@cucagamarra) February 22, 2022
Pensemos todos en el PP y en España. Nos necesitan y se lo debemos.
Ratifico de nuevo hoy la exigencia que ya expresé ayer en el Comité de Dirección Nacional de @populares para que se celebre un congreso extraordinario de forma urgente. Lo necesita el PP y lo necesita España
— Javier Maroto (@JavierMaroto) February 22, 2022
Casado quería aguantar hasta julio
Casado había emprendido una huida hacia adelante en la que esperaba mantener su posición hasta el congreso ordinario de julio, a la espera de que la investigación judicial sobre las comisiones que cobró el hermano de Ayuso dieran sus frutos y avalaran sus movimientos. Sin embargo, los tiempos de la justicia no son los de la política y Casado ha enfrentado una fuerte presión interna y mediática para abandonar el liderazgo del partido.
Sin embargo, su gestión del caso le ha pasado una gran factura. La pérdida de apoyos que ha ido encadenando durante las últimas horas, incluido su propio círculo de confianza tras una Junta Directiva Nacional en la que no cedió a la destitución de Teodoro García Egea, han supuesto que únicamente contara con el apoyo del PP de Navarra y su número 3, Ana Beltrán.
En el PP ha surgido el consenso en torno al presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, como la persona que debería suceder a Pablo Casado al frente del PP, una idea que ha venido acompañada de la decisión de Isabel Díaz Ayuso de mantenerse en Madrid.
Feijóo se ha mostrado a favor de la dimisión de Casado, hasta el punto de aliarse con Ayuso y el presidente andaluz, Juanma Moreno, para forzar la celebración de un congreso extraordinario. El líder gallego había asegurado que estará "a la altura de las circunstancias" y que "todos tienen que estarlo, yo entre ellos", sin esconder sus intenciones de liderar el PP: "Tomaré las decisiones en función de lo que el partido me pida".