Cuidado con lo que se comparte en redes sociales que puede causarte ir a juicio. Eso es lo que ha sucedido con el enfermero que publico hace unos días un hilo en Twitter acusando a un ciudadano de tener la Viruela del Mono, una enfermedad que realmente no tenía. Ahora, tanto la persona acusada como el especialista han tenido un fuerte encontronazo en "Ya es Verano", donde los improperios estaban en el orden del día.
El doctor Enriques apuntaba que él no era el causante de una difamación velada, si no que él únicamente se hacía eco de lo que le dijo Miguel Ángel, el acusado de padecer dicha enfermedad y que su intención no era generar un bulo alrededor de su figura. A todo ello, la intención era la de informar al enfermo de que estaba cometiendo una irregularidad al desplazarse por transporte público en plena hora punta.
Por su parte, el afectado indicaba que se encontraba en estado de shock y de vulnerabilidad, afirmando que su patología no es la de la viruela del mono, sino que es una enfermedad genética degenerativa más conocida como neurofibromatosis. No contento con ello, admitía que se le había vulnerado el derecho al honor y a la intimidad, por lo que no le quedaba más remedio que poner todo el asunto en manos de sus abogados.
Una de las consecuencias de su enfermedad es que las marcas que dejan son irreversibles y perduran durante toda la vida, algo que según el afectado le han expuesto públicamente. Todo ello se complementaba con un sonado tatuaje que le impide pasar desapercibido, sintiéndose perseguido y señalado como una persona que padece la viruela del mono y que se salta la normativa vigente.
"Voy señalado como un bicho o un parásito"
El hilo que se viralizó en redes sociales trajo consigo duras consecuencias para Miguel Ángel, que reconoce que se siente que "voy señalado como un bicho o un parásito",algo que le impide poder hacer una vida medianamente normal. Por su parte, Enriques ha admitido que él en ningún momento le expuso y que el enfermo comenzó una caza de brujas compartiendo su información en grupos de whatsapp o redes sociales.
El enfrentamiento entre ambas partes iba a más a medida que avanzaba la intervención, y la única vía para solucionar el conflicto era mediante un acuerdo económico por vulneración del honor y de la intimidad, según el afectado que estaba muy alterado, abandonando antes de tiempo la conexión en directo.
Las acusaciones por parte del especialista pueden traer consigo duras consecuencias, siendo la vía judicial la única alternativa: "Esta es la última vez que hablamos hasta que lo hagamos frente al juez, has dañado mi honor y eso lo vas a pagar". No hay dudas de que este encontronazo tendrá varios capítulos más por delante, con ambas partes que no están dispuestas a alcanzar un acuerdo.
