Que existe una cierta situación de tensión política generalizada en el país no lo puede negar nadie, todavía con un Gobierno en funciones después de que se realizaran las últimas elecciones generales en el pasado mes de diciembre. Parece que ahora las miradas se centran en Pedro Sánchez, que tendría una posible llave para formar Gobierno en caso de que consiga los apoyos necesarios en otros partidos políticos. Pero el Partido Popular también está sopesando sus opciones y ahora mismo hay un cierto malestar porque los acontecimientos no han ido surgiendo tal y como ellos planeaban.
1 Rajoy quería que se convocasen nuevas elecciones
Obviamente, en el PP no pueden estar de brazos cruzados esperando a que esa formación de Gobierno por parte de su competidor más directo hasta el momento se lleve a cabo de forma exitosa, por lo que han estado cotejando otras estrategias para conseguir uno de estos dos objetivos: o bien favorecer un acuerdo entre PP y PSOE (y quizás Ciudadanos) o bien llegar a una situación en la que habría que repetir elecciones.
Estos dos procesos se deberían llevar a cabo a través de la figura del Rey, Felipe VI. Según informa El Mundo, lo que pretende y ha pretendido durante estas semanas Mariano Rajoy, líder del Partido Popular, es que el monarca no encargara a nadie la formación de gobierno y se convocaran nuevas elecciones. Con esa acción se llegaría a esa situación que parece, de momento, la más idílica para el PP. Pero el hecho de no conseguirlo ha provocado que comience a crecer un cierto estado de malestar en Rajoy y el PP con respecto al Rey.
2 El PP exploró vías legales para que el Rey no propusiese a ningún candidato
Lo que Mariano Rajoy ha querido desde el principio, según fuentes internas del PP, a pesar de manifestar lo contrario justo después de las generales, es que el Rey no le propusiera como candidato después de la primera ronda de consultas. Tampoco a Pedro Sánchez. Ese motivo es el que empujó al Partido Popular a explorar ciertas vías legales para conseguir volver a convocar otras elecciones sin que nadie acudiera previamente a la votación del Congreso.
Sin embargo, parece que la propia Casa Real habría acabado con estos intentos. De hecho, la insistencia del Partido Popular con Felipe VI para que no se produjera esa petición de formación de Gobierno a ninguno de los candidatos habría enfriado las relaciones entre el Rey y Mariano Rajoy. Todo hace indicar que en los entornos privados del partido político no se esconde el malestar por las maneras de proceder de Felipe VI en este sentido.
3 La figura de Rajoy, puesta en duda dentro del PP
El problema, además de esta situación de tensión entre el propio Rey y Mariano Rajoy, es que desde el propio Partido Popular también se está dudando seriamente sobre esta estrategia planteada por el líder del partido, que parece que no está dando los resultados previstos. Es decir, ahora Rajoy se encuentra en un entorno hostil ante el enfriamiento de las relaciones con la Casa Real y con los integrantes de su propio partido. Una situación que sin duda será muy desagradable para él.
Mariano Rajoy estuvo convencido de que el Rey no iba a proponer la formación de Gobierno a ningún candidato y también estaba convencido de que el Comité Federal impediría de forma directa que Pedro Sánchez intentara formar gobierno con Podemos, en ese famoso pacto que todavía está en el aire. Parece que se han ido dando lugar una equivocación tras otra, de ahí el malestar con la Casa Real y con los propios miembros del partido.
4 ¿Cómo se sienten en Zarzuela con respecto a Rajoy?
Sin embargo, parece que desde la Casa Real se mantienen muy tranquilos y confiados en que no han realizado nada fuera de lo común, y que Felipe VI simplemente ha cumplido de forma estricta sus obligaciones. Que desde el PP se pensara que iba a hacer una cosa e hiciera otra no significa, exactamente, que sea un proceder incorrecto.
Nos encontramos ante lo que parecen ser unas equivocaciones del propio Mariano Rajoy en unas circunstancias tan importantes que pueden llegar a tener consecuencias relevantes para su futuro político y personal.
