Dolor muscular, cansancio, dolor de garganta y fiebre son síntomas del coronavirus tan compatibles con la variante Delta como con ómicron. Esta última ha disparado los contagios y ha provocado la sexta ola que se vive en Europa desde el principio de la pandemia.
Además, en esta variante es menos frecuente perder el olfato y el gusto, algo que sí era un rasgo común de las anteriores. En realidad todos los síntomas de las variantes son muy similares entre sí y parecidos también a los que se experimentan con la gripe y los catarros, por lo que se hace muy difícil distinguirlos.
Entonces, ¿cuál es la forma de saber si realmente me he contagiado con la variante ómicron? La única forma de saberlo es tener una PCR con la secuenciación completa del virus. Esta posibilidad existe pero debido a la gran cantidad de casos en nuestro país y la saturación del sistema de atención primaria, la mayor parte de la población únicamente se ha hecho un test de antígenos, lo que ha hecho que solo los casos más graves hayan llegado a los hospitales y es allí donde sí se ha podido secuenciar el virus.
La única forma eficaz
En muchos casos, esta secuenciación del virus se ha reservado únicamente para los hospitales que funcionan como centinelas del covid. Es el caso por ejemplo del Hospital Gregorio Marañón, que fue el primer centro en España que diagnosticó el primer caso de la variante ómicron en nuestro país el 29 de noviembre.
En ese hospital se ha puesto en marcha además un proceso más económico y de rápida identificación para casos sospechosos que permite analizar solo las pruebas que tienen más probabilidades de ser ómicron y descartar el resto.
Así, este proceso se empieza también con una PCR. En las muestras que dan positivas se busca un fallo de amplificación en el gen S, que es la primera señal de ómicron y sobre esta prueba se realiza otro análisis para buscar otras cuatro mutaciones indicativas.