La Televisión de Galicia (TVG) ha ordenado a los redactores de su delegación en A Coruña que dejen de incluir en sus informaciones los nombres de los acusados de matar a Samuel Luiz, cuyo juicio se celebra en la Audiencia Provincial de A Coruña.
La dirección de la cadena, en manos del gobierno de Alfonso Rueda (PP) les ha comunicado que deben evitar tomar imágenes de los rostros de los acusados y que, en caso de hacerlo, están obligados a pixelarlas antes de su emisión, impidiendo de este modo que puedan ser identificados.
La estrategia coincide precisamente con la defensa de una de las presuntas asesinas, a la que se imputa un delito de asesinato con agravante de discriminación por orientación sexual, cuyo abogado es Luciano Prado del Río, hermano de la secretaria general del Partido Popular de Galicia, Paula Prado del Río, como desvela Público.
Los periodistas y cámaras de la delegación de A Coruña han recibido esta orden mediante indicaciones verbales de sus superiores, que sin embargo no han sido transmitidas formalmente a todos los compañeros de la sede central de la Corporación Radio e Televisión de Galicia (CRTVG) en Santiago.
"Eliminar los nombres de los acusados de asesinato en un juicio es eliminar información. Son directrices ideológicas delirantes", ha expresado una fuente de la plantilla de la televisión gallega al diario Público. Se ha pedido a los periodistas "cuidado con los detalles: revisar que no se incluyan documentos o pantallas que puedan revelar información privada, como el nombre de las partes implicadas".
La emisión de los telediarios de TVG ya ofrece los rostros censurados con pixelados y difuminados, aunque la señal en directo de la cadena muestra a los presentadores lanzando los nombres de los acusados. Sin embargo, cuando se cuelgan en la web de noticias y los post de la televisión en internet, se recorta y solo se escriben las iniciales de los implicados.
"Brutal cacería"
Los acusados en el juicio por el asesinato de Samuel Luiz son Diego Montaña, Alejandro Freire, Kaio Amaral Silva, Alejando Míguez y Catherine Silva, que enfrentan penas de prisión entre 22 y 27 años por delitos de asesinato con ensañamiento y alevosía, dos de ellos también con el agravante de discriminación por orientación sexual y uno también con un delito por robo con violencia.
Los rostros de los implicados en el juicio ya han aparecido en todos los medios de difusión nacional, en una audiencia pública que la magistrada que preside el juicio ha reconocido que tiene gran repercusión social, por lo que ha permitido fotografiar y grabar a los implicados en el interior de la sala de vistas, al menos una vez a la semana mientras dure el proceso.
Tres de los acusados se encuentran actualmente en libertad provisional y dos siguen en libertad bajo medidas cautelares. Es el caso de la única implicada, Katy Silva Barros, a quien le piden 25 años de cárcel por asesinato con agravante de discriminación por orientación sexual.
Los testigos han indicado que intercedió en todo momento para que la amiga de Samuel no pudiera salvar su vida durante la brutal paliza que, como ha reconocido en su testimonio ante el jurado, fue una "brutal cacería humana". Silva se ha quejado de su situación actual, lamentando que no puede salir libremente a la calle: "Me llaman asesina".