África. Un continente con una cantidad de recursos impensable en Europa o Norteamérica. Una población local completamente expoliada. Con una riqueza en un subsuelo que podría convertir a sus ciudadanos en los más ricos del planeta. Olvídense de ello. La guerra por sus minerales está violando los límites más básicos de la ética.
Eso es lo que está provocando la extracción, entre otros, del coltán, un preciado mineral imprescindible para el correcto funcionamiento de los teléfonos u ordenadores. Hasta aquí todo perfecto.
Sin embargo, la gran cantidad de dinero que mueve y la escasez del producto... está provocando guerras con miles de muertos a lo largo de toda África. Luego no renieguen de aquella gente que se juega la vida para huir de una masacre que permite que usted haga fotos o envíe mensajes de WhatsApp. Luego no pidan recursos para que los africanos puedan vivir por su cuenta.
Luego no renieguen de aquella gente que se juega la vida para huir de una masacre que permite que usted haga fotos o envíe mensajes de WhatsApp
Bienvenidos al expolio y asfixia de todo un continente. Bienvenidos a África.
República Democrática del Congo: la miseria del coltán
Si hay un país que se está desangrando por la extracción del coltán, ese es, sin duda, la República Democrática del Congo. Situado en una zona con un subsuelo lleno de oro, diamantes y el preciado coltán; su riqueza es, a la vez, la fuente de las desgracias: el afán de lucro de las multinacionales se cobra alrededor de cuatro o cinco millones de muertos para que todos podamos disfrutar del procesador más rápido del mercado.
El expolio de las multinacionales incluye la financiación de grupos militares y señores de la guerra que, con una gran cantidad de dinero en movimiento, ayudan a desestabilizar y debilitar un país fácil de saquear.
En este robo no falta, siquiera, el papel de sus vecinos. Ruanda, un país que vivió uno de los mayores genocidios en los años 90, aprovecha su actual bonanza para robar el coltán congoleño y venderlo en el mercado negro de su país a empresas estadounidenses, chinas, alemanas o japonesas. Piensen quiénes pueden ser los promotores de estos conflictos.
Golpes de Estado y Guerras Civiles: República Centroafricana
La vergonzosa situación de la que África es víctima, ha llevado a que algunos países como la República Centroafricana sufran un golpe de Estado y pierdan la democracia por la que lucharon durante tantos años. Casualmente, el país también cuenta con grandes reservas de coltán y otros bienes muy preciados.
En 2013, la milicia islamista extremista Seleka consiguió derrocar al gobierno democrático de François Bozizé. El líder de este grupo cercano al salafismo contó con el apoyo de Sudán y del Chad con quien comparten frontera.
La primera medida de Seleka fue destruir todos los registros civiles y documentos nacionales. Con ello, las autoridades no contaban con ningún control sobre la población para, por ejemplo, elaborar un censo electoral. Ahora, su intención es elaborar un nuevo listado en el que se incluirán a ciudadanos islamistas radicales de Chad y Sudán para sumar apoyos a la causa. Una especie de invasión de dos países con lazos con el Golfo Pérsico.
¿Quién financia a Seleka? ¿Cómo consigue una milicia extremista y minoritaria secuestrar el gobierno y conseguir un arsenal envidiable, incluso, para el antiguo Ejército del país?
Sorpresa: las monarquías del Golfo Pérsico. Algunos de sus países más ricos, aprovechan su 'extensión' del wahabismo para colocar gobiernos afines y conseguir ricos recursos de petróleo y gas. Con ello, cuentan con mayores reservas para su venta y, sobre todo, acaban con la competencia que podría debilitar la venta de sus productos. Una especie de reedición de la Guerra del Golfo.
El país, casualmente, construyó inmediatamente un barrio de lujo tras los conflictos. Gracias a ello, se garantizaba el confort de aquellos grandes empresarios que, en las lujosas habitaciónes en hoteles de cinco estrellas, acudían en mitad del caos a llenar sus maletas de los minerales más interesantes en el mercado tecnológico.
La destrucción de ayuda humanitaria y proyectos sanitarios en Centroáfrica
Mientras que la República Centroafricana vive esta vergonzosa situación, su población está viendo cómo todos los programas sanitarios o de ayuda humanitaria se esfuman por completo. Se trata de asfixiar a una población para debilitarla por completo.
El ejemplo más evidente es el destrozo de varios proyectos sanitarios valorados en 75.000 euros. Entre ellos, se encontraba la construcción y equipamiento de una maternidad rural y la reconstrucción de una Unidad de Pediatría.
'Gracias' a todos estos destrozos, los casos de malaria están aumentando un 33% cada año, la malnutrición se extiende por toda la población, varias milicias que secuestran y convierten en soldados a niños de 12 y 15 años sin educación... Imaginen el resto.
Este es el verdadero trasfondo de todas aquellas empresas que todos conocemos y nos quieren ocultar. Mientras tanto, solo seremos conscientes del último lanzamiento que provocará colas a las puertas de las tiendas. Mientras tanto, millones de personas continuarán muriendo para que todos disfrutemos de un teléfono en las mejores condiciones.