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Ciencia

Esta técnica hará que memorizar miles de decimales de pi sea cosa de niños

Un chino consiguió memorizar 67.890 decimales de pi en 2005, superado por un japonés y sus 111.700 dígitos en 2010. Los niños han descubierto su técnica y ahora se están aprendiendo miles de decimales del número infinito.

Cada 14 de marzo (3/14, en formato anglosajón) celebramos el Día Pi, la mayor parte de las veces recordando a esos héroes que algún día lograron memorizar miles de decimales del número infinito. En 2005, Chao Lu, de origen chino, logró el récord Guinness de recitar de memoria 67.890 dígitos, tarea que le llevó 24 horas y cuatro minutos. Cinco años más tarde fue superado por Akira Haraguchi, de 69 años, que recitó 111.700 decimales, aunque el libro Guinness no lo recoge entre sus páginas.

Pero, ¿cómo es posible? La mayoría de nosotros, en el colegio, conseguimos aprendernos a duras penas el 3,1416, que en realidad es una aproximación de 3,14159265... y así hasta llegar a más de un trillón de decimales (y subiendo) que los ordenadores han conseguido calcular de pi sin detectar ninguna clase de patrón. Sin embargo, ahora resulta que no solo estos genios orientales han conseguido memorizar cientos y miles de dígitos, sino que niños de menos de diez años han aprendido una técnica para hacerlo casi sin pestañear.

¿Cómo consiguió Akira Haraguchi memorizar 111.700 decimales de pi? (Foto: The Guardian)
"¿Cómo consiguió Akira Haraguchi memorizar 111.700 decimales de pi? (Foto: The Guardian)"

Chao Lu consiguió asociar pares de números a palabras totalmente cotidianas, como 'clase' para el 94 y 'piedras' para el 17, tal y como explicó a Science News. De este modo, el hombre-récord iba elaborando historias a partir de las palabras, consiguiendo así alcanzar la cifra de 67.890 decimales.

Algo similar hizo su homólogo japonés, que contó a The Guardian que había creado "alrededor de 800 historias, cuyos protagonistas son principalmente animales y plantas". Haraguchi concibe este recital de números como un rito más espiritual, pues lo asocia a un mantra budista. Su método consiste en ligar los números del 1 al 9 con una sílaba para después formar palabras con ellas y, finalmente, historias.

Lo asombroso de todo esto llega cuando niños pequeños son capaces de asombrar a los adultos y realizar azañas similares con menos de diez años. Por ejemplo, este chico de seis años consigue recitar del tirón 380 decimales de pi:

Benjamin, algo más mayor, alcanza a recitar los 2.422 números de pi en apenas unos minutos:

Increíble, ¿no? Si te ha picado la curiosidad, aquí tienes otra técnica que también te puede servir. Consiste también en crear historias, solo que, en este caso, se hace a partir de palabras con un número de letras equivalente a cada decimal. Aquí tenéis un fragmento, en inglés, correspondiente al comienzo del número:

How I want a drink, alcoholic of course, after the heavy lectures involving quantum mechanics!

Presta atención y verás que "how" tiene 3 letras; "I" tiene 1; "want", 4; "a", 1; "drink", 5; "alcoholic", 9... es decir, que al ir repasando la historia mentalmente, irías extrayendo las cifras de pi: 3,14159265358979... Y aprenderse una divertida historia siempre es más fácil que meterse a presión en la cabeza un porrón de números.

Si te animas, en Los Replicantes te proponemos una frase en español y más nacional que quizás te ayude a iniciar tu propia historia para memorizar el número pi:

Ana y Lola y María desearían un enorme sobre con mucho dinerito...

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