La muerte de Tania, una mujer de 38 años fallecida el pasado 9 de octubre en un almacén de Mercadona situado en el parque logístico de Abrera (Barcelona) ha conmocionado a todo el mundo. Máxime, si tenemos en cuenta que su cuerpo permaneció durante más de un día sin que nadie actuase para rescatarlo.
El caso se aclaró en cierta medida después de que los agentes de los Mossos d'Esquadra localizasen el cuerpo de la mujer: había caído por un silo y había terminado completamente cubierta por levadura. Los agentes no pudieron hacer nada por salvar su vida, ya que la alarma llegó demasiado tarde. Se descarta por completo una muerte violenta y se apunta al accidente laboral. Ahora, la familia pide justicia y explicaciones: el accidente ha dejado a tres hijos (15, 12 y 2 años) huérfanos de madre y a su marido viudo.
El trabajo de Tania en el almacén de Mercadona se basaba en mantener escrupulosamente limpias todas las instalaciones relacionadas con al elaboración de pan a comercios de la zona. Había encontrado un trabajo que se encontraba cerca de su vivienda de Monistrol de Montserrat (apenas veinte minutos de distancia hasta el Centro Logístico de Abrera) y en un sector, el de la limpieza, en el que había trabajado gran parte de su vida (aunque solo llevaba dos años en Mercadona).
Las últimas noticias sobre Tania habían llegado el mismo día de su muerte, cuando envió un mensjae a su hija alrededor de las 10:30 de la mañana. Poco después firmó su último espacio y desde entonces no se han registrado más movimientos, según detalla el diario El Español.
A partir de entonces, no hubo más información. Tania no acudió a desayunar con sus compañeros, que pensaron en un imprevisto y no volvió a registrarse ninguna comunicación a través de su teléfono móvil.
Las alarmas tardaron demasiado en saltar. Fue cuando Tania no acudió a recoger a su hijo a la guardería que se encuentra en el mismo complejo en el que trabajaba. Al ver que su mujer ni había llamado ni había vuelto a casa, su marido llamó a la empresa. Y fue entonces cuando certificaron que la mujer no había abandonado el centro: su coche seguía en el mismo sitio, en la taquilla continuaba el bocadillo que habría tomado en el desayuno y se mantenía su ropa de calle.
A pesar de una pequeña búsqueda inicial, quien tomó la iniciativa fue el hermano de Tania, Paco, que llamó a los Mossos d'Esquadra para localizar a su hermana. Ahí comenzó un operativo que se suspendió con la llegada de la noche sin haber localizado a la mujer.
27 horas desaparecida
Tania permaneció en paradero desconocido un total de 27 horas seguidas hasta que los agentes localizaron su cuerpo en un silo, completamente cubierta de levadura y con grandes dificultades para su localización.
Los primeros indicios apuntan a que sufrió un accidente laboral. Las autoridades continuan investigando qué sucedió exactamente: si tropezó y cayó en el silo. si sufrió un desvanecimiento. En función del avance de las investigaciones, se dirimirá si la empresa tiene algún tipo de responsabilidad al respecto.
La familia, mientras tanto, se muestra impaciente. Quiere conocer qué falló para que Tania cayese en aquel silo y perdiese la vida con tan solo 38 años. Los resultados de las pruebas forenses podrían ser la clave.
