Un estudio reciente de la Universidad de Stanford asegura que el tamaño medio del pene entre los años 1992 y 2021 ha crecido en un 24%, cerca de 3 centímetros. La media hace 29 años se encontraba en 12,27 y se sitúa actualmente en 15,23.
Su crecimiento se ha dado sobre todo en Europa y Asia, mientras en Norteamérica y África ha mostrado una tendencia decreciente. A esta conclusión se ha llegado a través de la revisión de un gran número de estudios de este tema en las últimas décadas, que ha llevado a certificar esta tendencia.
Han sido un total de 75 los estudios que se han analizado y se llevaron a cabo entre los años 1945 y 2021. Todos ellos se basaban en las observaciones de los penes de 55.761 participantes, 18.000 de los cuales han sido utilizados para elaborar la conclusión a la que se ha llegado sobre el crecimiento de la media en los últimos años, que se ha publicado como un artículo en la revista World Journal of Men's Heatlth.
"Es preocupante"
Uno de los autores del estudio realizado es Michael Eisenberg, quien ha comentado los resultados en una entrevista con Standford Medicine. "Lo que encontramos fue bastante diferente de las tendencias en otras áreas de fertilidad y salud masculinas", ha asegurado, ya que en recientes estudios se ha observado cómo los niveles de testosterona y la densidad de espermatozoides en el semen ha disminuido considerablemente en los últimos años.
"Un cambio general en el desarrollo es preocupante, porque nuestro sistema reproductivo es una de las piezas más importantes de la biología humana. Si estamos observando un cambio tan rápido, significa que algo potente está pasando en nuestros cuerpos", asegura Eisenberg.
Teorías variadas
No hay una explicación consensuada sobre lo que está ocurriendo en nuestro entorno o en nuestros organismos para que se esté dando este suceso.
Uno de los argumentos, defendido por el mismo Eisenberg, es la aparición de factores ambientales artificiales, como los pesticidas, algún tipo de químico o productos de higiene que afecten al funcionamiento normal de las hormonas que se encargan del crecimiento del pene.
Otra de las teorías sería la de los cambios de la alimentación, algo que podría explicar también las diferencias en la tendencia en los distintos continentes. Mientras que los alimentos que se consumen en Europa y Asia han mejorado en las últimas décadas, en Estados Unidos los problemas involucrados con la comida basura, el sobrepeso y el sedentarismo solo hacen que aumentar.
Otra de las teorías la propone Larry Liphsultz, urólogo estadounidense, quien defiende que la respuesta podría estar en el porno y la masturbación. Mantiene que la mayor exposición a estímulos sexuales puede provocar un mayor número de erecciones, lo que podría ayudar a estirar los tejidos del pene más veces de a lo que estábamos acostumbrados, lo que desencadenaría en un crecimiento.
