El gobierno fundamentalista de los talibanes ha prohibido la actividad de los salones de belleza para mujeres en Afganistán. Esto entra en una serie de medidas provenientes de la rigurosa interpretación de la ley islámica, por lo que a finales de julio las licencias de estos negocios serán anuladas. Así lo ha informado el pasado martes a EFE Mohammad Sadiq Akif Mahajir, portavoz del Ministerio de Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio.
Activistas afganas han denunciado que les han arrebatado uno de los pocos lugares que les quedaban para socializar fuera del entorno del hogar. Aún así, la decisión finalmente ha sido tomada tras la orden del líder de los talibanes, Mawlawi Haibatullah Hakhundzada. No se ha especificado el número exacto de salones de belleza que existen en el país, pero según medios afganos la cifra se encuentra entre 1.000 y 2.000 locales que serán cerrados a partir del próximo 25 de julio.
Esta medida no es algo nuevo. Los salones de belleza ya estuvieron prohibidos en Afganistán entre los años 1998 y 2001, durante el último gobierno islamista radical, y se recuperaron tras la intervención de Estados Unidos para expulsar a los talibanes del país.
Retrocesos en los derechos de las mujeres afganas
Desde la llegada de los talibanes a la ciudad de Kabul el 15 de agosto de 2021, la eliminación de libertades hacia la mujer ha sido manifiesta en múltiples ocasiones.
La participación política de las mujeres fue eliminada tras la disolución del Ministerio de Asuntos de la Mujer. Se prohibieron la mayoría de los trabajos que podían hacer las mujeres fuera del hogar y se impidió que fueran al colegio a partir de sexto grado. Salir a la calle solas se convirtió en un derecho al que solo tienen acceso en casos de primera necesidad, y los servicios sociales son cada vez menos accesibles para mujeres sin acompañantes. Todo esto añadido a la imposición del velo y la segregación por sexos en sitios públicos.
Con esta nueva medida en torno a los salones de belleza y peluquerías, la activista de la Coalición del Movimiento de Mujeres Afganas que Protestan, Laila Basim, ha afirmado para El País que cada una de las peluquerías afganas da trabajo a entre cinco y seis mujeres, que ahora se quedarán sin empleo y recursos.