El pasado sábado 4 de septiembre, un grupo de mujeres salió a las calles de Kabul, capital de Afganistán, para reclamar su inclusión en el futuro gobierno del país así como para exigir el respeto a sus derechos. Sin embargo, los talibanes no dejaron avanzar a las manifestantes a las que rociaron con gas lacrimógeno. Además, cada vez son más las mujeres a las que les es vetado el acceso a sus puestos de trabajo.
Ese mismo días, además, se produjo la ejecución de una policía afgana, Banu Negar, embarazada de 8 meses. Según han informado varios testigos a la BBC, la mujer fue asesinada delante de su familia. Tras irrumpir en su casa en Firozkoh, capital de la provincia de Ghor, ataron a su marido y sus hijos, que presenciaron cómo los talibanes la golpearon y dispararon.
Después de que trascendiera este suceso, el portavoz de los talibanes, Zabiullah Mujaheed, ha desvinculado al grupo fundamentalista de lo ocurrido. "Estábamos al tanto del incidente y puedo confirmar que nosotros no tenemos nada que ver. Estamos investigando lo ocurrido", ha asegurado.
Las mujeres en Afganistán
La situación de las mujeres en Afganistán sigue siendo motivo de preocupación para la comunidad internacional. A pesar de que los talibanes, tras hacerse con el poder, prometieron respetar los derechos de las mujeres, parece que finalmente no será así. El líder político del grupo, el mulá Abdul Ghani Baradar, incluso anunció que se formaría un Gobierno inclusivo, la realidad parece ser bien diferente.