El alcohol y el tabaco son dos drogas que se pueden comsumir de manera legal y además existen establecimientos dedicados exlcusivamente a su venta. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que lo único que las diferencia de las drogas ilegales como la cocaina o el cannabis es la autorización del Estado para su venta y consumo.
Y es que en el último informe presentado por la organización y realizado de manera conjunta con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud, asegura que consumir alcohol y tabaco al mismo tiempo multiplican casi por diez la pérdida de años saludables de vida con respecto a otras drogas ilegales.
En el estudio de la OMS se midieron cuántos años de vida nos hacen perder tanto las drogas legales como ilegales y concluyeron que las primeas perjudican más la salud que las segundas. En la estadística mundial, de 2015, se afirma que el tabaco habría costado 170'9 millones de años de vida saludable en todo el mundo y el alcohol habría acabado con 85 millones de años. Mientras las drogas ilegales habrían supuesto al mundo 27'8 millones de años de vida saludable.
Además, el informe también resalta que una de cada cinco personas adultas afirma haber bebido alcohol en exceso durante el último mes, mientras que una de cada siete personas asegura haber fumado tabaco.
Más cannabis en los países desarrollados
En cuanto al consumo de drogas ilegales, el cannabis o la cocaína suelen consumirse más en países desarrollados como Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. Un ejemplo de esto es que en 2015 murieron casi 52.000 estadounidenses por una sobredosis y más de la mitad de estos lo habrían hecho tras la preinscripción de opioides ilegales. Quienes consumen más alcohol y tabaco a nivel mundial son los europeos. Por este motivo se encuentran en la zona geográfica donde existen mayores tasas de ciertos tipos cáncer, aunque la mortalidad es mayor en los países con una menor calidad de vida.
Sin embargo, los investigadores del estudio explican que las conclusiones no son del todo ciertas porque los datos recogidos sobre el consumo de drogas han sido limitados en ciertas partes del mundo. Algunas zonas de África, Latinoamérica o Asia no disponen de datos suficientes o incluso no existen. Asimismo, los autores advierten que aunque el alcohol y el tabaco provocan mayores enfermedades, podrían haber infravalorado el potencial negativo de las drogas ilícitas al no contar con los suficientes datos.