El Teatro Real abrió su nueva temporada el pasado vienes 18 de septiembre con la presencia de los reyes Felipe VI y doña Letizia, que acudieron para ver la ópera 'Un ballo in maschera', obra de Giuseppe Verdi. Dos días después, el domingo 20, el coliseo madrileño ha tenido que suspender la función programada por un episodio, cuanto menos, desagradable.
La obra, cuyo inicio estaba previsto sobre las 20:00 horas, se vio interrumpida por las protestas de los espectadores, situados en su mayoría en la parte de arriba del teatro, el denominado "gallinero", al considerar que no se estaban cumpliendo las medidas de distancia de seguridad por el coronavirus entre las butacas del público.
Tras las primeras interrupciones, entre gritos y abucheos, el Teatro Real pidió a los asistentes disconformes que podían abandonar el recinto y se les devolvería el dinero de la entrada. Hasta en dos ocasiones se trató de reanudar la obra, llegádose incluso a interpretar la obertura y el principio del primer acto, pero finalmente tuvo que ser suspendida definitivamente entre la presencia de la Policía, que tuvo que acudir al lugar.
20.08 hrs. Teatro Real de Madrid. Se retrasa el comienzo de 'Un baile de máscaras' por quejas de los asistentes ante la falta de distancia de seguridad en la zona alta del teatro. Y abajo, se respetan las medidas. pic.twitter.com/RwozGKNkvX
— Emilia Chacón (@EmiliaChacon) September 20, 2020
La respuesta del Teatro Real
Ignacio García-Belenguer, director general del Teatro Real de Madrid, explicó en la presentación previa de la obra que en las funciones el coro cuenta con una distancia de 1,5 metros de seguridad y hay un entreacto de 30 minutos. Además, el aforo máximo es del 65% (en torno a 1.200 butacas), pese a que la ley permite un 75%. "La finalidad de todas estas medidas es que la gente se sienta cómoda", añadió.
Tras el incidente, la institución ha lanzado un comunicado en el que señala que "un grupo minoritario de espectadores" obligó a suspender la función de 'Un ballo in maschera' "pese a que se cumplían todas las normas vigentes". Según su versión, había "905 localidades ocupadas, un 51,5% del aforo de la sala".
"La protesta se ha prolongado pese a los avisos de megafonía que ofrecían a los espectadores la posibilidad de recolocarles o devolverles el importe de las entradas. Después de la reubicación de una gran parte de los espectadores que protestaban, y de dos intentos de interpretar la ópera (...), un reducidísimo grupo insistió en proseguir con sus protestas para boicotear la representación, por lo que la misma tuvo que suspenderse, cerca de las 21:10 horas", explica el Teatro Real.
Según apunta la dirección del Teatro Real abrirá, se llevará a cabo "una investigación para averiguar esta lamentable incidencia" y se tomarán las medidas necesarias "para para que las sucesivas funciones se desarrollen con normalidad".