La Sección Cuarta de la Sala III del Tribunal Supremo ha decidido por unanimidad suspender cautelarmente la exhumación de los restos de Francisco Franco, que estaba planeada para el 10 de junio de 2019 a las 10 horas. Los magistrados han decidido paralizar el traslado del cuerpo del dictador del Valle de los Caídos al cementerio municipal de El Pardo, tal y como había decretado el Gobierno de Pedro Sánchez.
De esta manera, la decisión del Supremo da la razón a la familia Franco, que había aludido al "daño irreparable" que se causaría si la exhumación y el traslado a Mingorubio se produce sin que exista una sentencia firme. Además, según publica El Diario, el Tribunal ha informado de que "la razón en que descansa esa decisión es la de evitar el perjuicio que, de otro modo, se causaría a los recurrentes y, especialmente, a los intereses públicos encarnados en el Estado y en sus instituciones constitucionales. Ellos se verían gravemente afectados si, exhumados esos restos, se estimara el recurso y fuera preciso devolverlos al lugar en que se hallan".
Esta decisión supone un nuevo tropiezo en el camino para intentar que Francisco Franco no permanezca más tiempo en el Valle, donde fue enterrado en 1975. El gobierno socialista tenía la primera intención que esta operación se realizara rápidamente, pocos meses después de su triunfo en la moción de censura. Pero enseguida se desestimó la primera fecha indicada por el presidente, julio de 2018. La oposición de la familia y los procesos judiciales han supuesto un freno constante. La segunda fecha marcada por el Ejecutivo fue después del verano de 2018 que tampoco fue posible, y desde entonces en todo momento desde Moncloa repetían que se llevaría a cabo "cuanto antes".
Han conseguido paralizar el proceso de exhumación
El proceso se iba dilatando cada vez más hasta el punto en el que el 12 de octubre de 2018, Pedro Sánchez se vio obligado a escudarse en que "no depende de nosotros. No podemos decidir a dónde van los restos", para justificar el paso del tiempo sin que Franco fuera exhumado. Finalmente, el decreto se firmó el 15 de marzo de este año, pero al parecer no fue el golpe definitivo.
La familia estiró todo lo que pudo el proceso por la vía judicial y, por el camino, un juez madrileño intervino en las concesiones de licencias municipales para impedir que las maquinas pudieran hacer su trabajo, también según El Diario. Ahora, los magistrados del Supremo consideran que trasladar la momia del dictador sería un daño irreparable si, más adelante, deciden que debe anularse la orden del Gobierno.
El Gobierno ya tiene preparada la tumba para Franco en El Pardo, donde los trabajos de acondicionamiento de la cripta ya habían comenzado. Pero al parecer el dictador de momento se queda en la sepultura de la sierra madrileña .
