El Tribunal Supremo (TS) da la razón a la Administración y le ha retirado a una pareja la custodia de su hijo antes de que naciera, por la "falta de habilidades para la crianza" de ambos. La pareja de Castilla-La Mancha posee otros tres hijos que se encuentran con medidas de protección.
La Sala de lo Civil detalla el caso que es de diciembre de 2019. Fue entonces cuando la Comisión Provincial de Tutela y Guarda de Menores de la Delegación Provincial de la Consejería de Bienestar Social de Toledo le retiró la custodia a los padres cuando el hijo no había nacido todavía. La justificación fue la apreciación de "negligencia en los cuidados y seguimientos iniciales del proceso de embarazo", las "dificultades personales" y la "falta de habilidades para la crianza".
"Violencia familiar", "consumo de alcohol por parte del padre", "consumo de tóxicos y enfermedad mental de tipo psicótico en la madre" y "ausencia de redes de apoyo familiar y social", eran algunas de las causas que justificaban la decisión expuestas en la sentencia a la que ha tenido acceso Europa Press.
El Juzgado de Primera Instancia Número 2 de Toledo revocó la resolución de la Administración al dar razón a un escrito de oposición presentado por los padres en el que pedían que se les devolviera la custodia. Se concluyó que los padres ya habían completado su rehabilitación de las causas que habían llevado a la retirada de la custodia. El caso pasó a manos del TS cuando la Audiencia Provincial de Toledo rechazó un recurso impuesto por la Administración.
Tutelado por la Junta desde 2020
Desde el 23 de abril de 2020, el menor en cuestión está siendo tutelado por la Junta de Castilla-La Mancha. Estuvo en un acogimiento de urgencia hasta junio de 2021, cuando pasó a la familia de acogida con la que vive ahora mismo. Parte de la decisión que ha tomado el TS se ha basado en la situación en la que se encuentra actualmente, con una integración "total" en la familia además de la mala relación entre los padres biológicos por el hecho de que la madre se quedara embarazada de otro hombre.
La sentencia expone además la baja de los padres en el programa de intervención en violencia familias, la capacidad parental "cuestionable" de la madre, sus ingresos "sumergidos y de dudosa legalidad" y la dedicación exclusiva del padre al trabajo, además de las dudas de la madre de si mantener la relación sentimental o marcharse con el padre biológico.
"Ninguno de los progenitores puede atender las necesidades que un menor requiere", recoge uno de los informes. "Supondría una sucesión de traumas para el niño y un retroceso importante en su capacidad de vincular y en su seguridad", apunta.
