La guerra de las hermanas Álvarez con el expresidente de El Corte Inglés, Dimas Gimeno, no acabó con su salida del consejo de administración. El interés del sucesor de Isidoro Álvarez por desarrollar su futuro profesional puede desembocar una batalla judicial que se antoja cruda.
En este punto, hay que destacar algo importante. La salida del expresidente no fue gratuita: los grandes almacenes le pagaron una cláusula anticompetencia que asciende a los 8,5 millones. ¿Y qué reza ese acuerdo? Básicamente, que Gimeno no podrá fichar por otra empresa que pueda hacer competencia a El Corte Inglés durante los próximos cinco años. Si lo incumple, deberá devolver todo este dinero.
Sin embargo, los amagos del sucesor de Isidoro Álvarez a la hora de incumplir este acuerdo (creó una empresa de distribución online varias semanas después) han sido constantes. Su gran agenda de contactos y la experiencia de dirigir una empresa sistémica, le proporcionan un perfil muy interesante y cotizado por muchas empresas.
Y, en esta lluvia de ofertas, hay un 'coqueteo' que le interesa y mucho: los supermercados DIA. El inversor ruso Mikhail Fridman, que controla de facto la enseña a la espera de ejecutar la OPA, no oculta su interés en fichar al antiguo dueño de los grandes almacenes y la oferta es muy interesante.
Gimeno, que como se dice vulgarmente 'se hace querer', sin embargo muestra reticencias: "me gustaría, pero yo no tengo dinero para pagar esa indemnización", repite constantemente cuando le ofrecen el puesto, según publican varios medios.
¿Y qué propone? Pues, según varios confidenciales, quiere que DIA le embolse la indemnización para obtener la libertad de involucrarse en un proyecto difícil y estimulante a partes iguales.
El Corte Inglés promete iniciar una batalla judicial
Sin embargo, a pesar de que se reembolse esa cantidad, la empresa del triángulo verde no piensa conformarse. No podemos olvidar el conflicto entre las hermanas Álvarez y el directivo prácticamente se podría calificar como una 'guerra de desgaste'. Hay muchas rencillas acumuladas durante años, con denuncias cruzadas a la espera de pasar por los tribunales y que influyen en todos estos movimientos.
En este sentido, el presidente de El Corte Inglés, Jesús Nuño de la Rosa, está estudiando las posibilidades de denunciar a Gimeno. En concreto, se señalan "daños y perjuicios", que podrían suponer todo un camino de espinas para su futuro empresarial.
Las cláusulas del acuerdo firmado ponen muy difícil que pueda encaminar su futuro en un puesto similar al que ha ostentado durante los últimos años. A pesar de que los tribunales apuestan por la libre competencia y tendría prácticamente ganado este juicio, la firma de una cláusula tan concreta por su parte pone muy difícil una victoria en los juzgados.
DIA necesita urgentemente un nuevo presidente: los inversores no confían en la actual cúpula
Decir que DIA no va por buen camino, no es ninguna novedad. La inestabilidad en los mercados, el profit warning (la propia enseña advierte de que va a obtener menos beneficios) y el hundimiento de sus cuentas han generado una larga lista de dimisiones, despidos y relevos con dudoso éxito,
Uno de ellos se llama Antonio Coto. Fue el sustituto de Ricardo Currás como CEO de la compañía y el encargado de elaborar todo un plan de reestructuración para una empresa que se encuentra en la cuerda floja.
Sin embargo, hay un problema muy serio: no está despertando credibilidad entre los inversores. Y hay varios puntos muy evidentes: las acciones encadenan mínimos históricos y la empresa no ha enseñando los resultados netos de los primeros tres trimestres de este año. Una falta de transpariencia que nadie perdona, ya que en 2017 se publicaron unos beneficios que posteriormente fueron corregidos a la baja.
El plan de Coto apuesta por lo seguro: la venta de las perfumerías Clarel, centrarse en el negocio de la alimentación, impulsar los formatos DIA&Go y La Plaza, cierre de tiendas no rentables; así como una reforma en la marca blanca, un gesto para mejorar la rentabilidad por metro cuadrado, la gran debilidad de la empresa.
No hay duda de que este año se inicia una transición que debería dar frutos a partir del año 2020. Para ello, es importante un plan sólido, una cúpula que inspire confianza y sobre todo una gran capacidad de reacción. Una rapidez que, en estos momentos, no puede aportar Dimas Gimeno.