DIA profundiza en su crisis con el objetivo de reconvertir su modelo de negocio viable y salvar el bache en el que la empresa se encuentra en la actualidad. Para ello, la nueva dirección del inversor ruso Mijaíl Fridman ha cerrado 2019 con un saldo total de 6.626 tiendas, un 12,2% inferior a la cifra de 7.438 que registró un año antes.
Con esta merma en la extensión del negocio, DIA únicamente cuenta con presencia en cuatro países: Portugal, Brasil, Argentina y España. En Brasil se quiere abrir un campo de innovación donde testar muchas novedades que se preparan en la empresa con un aliciente: no hay un gran operador de distribución minorista similar a DIA, lo que abre las manos para consolidarse como un referente en el sector.
En cuanto a España, la situación pasa por el momento por los cierres. Las cifras en nuestro país hablan de una reducción de 458 tiendas durante el pasado año, con lo que el total de establecimientos de la firma han pasado de 4.694 tiendas a 4.236.
La reducción intenta, entre otras cosas, evitar la excesiva concentración que la marca tenía en algunas zonas y revisar los acuerdos con algunos franquiciados sobre los que no había establecido los controles necesarios y que lastraban la imagen entre los consumidores.
Sin embargo, las cifras del volumen de negocio también se han resentido, puesto que España representa el 60,8% del total de ventas en toda la firma. Con ello, DIA ha experimentado una caída del 8,2%, pasando de 4.551,4 a 4.177,2 millones de euros.
Por el momento, hay preocupación dentro de la directiva de los supermercados sobre qué sucederá con Lidl. La empresa alemana está pisando los talones en estos momentos (solo les separan dos décimas), aunque si se hace todo bien, se puede solventar este cierre de tiendas: no hay que olvidar que Mercadona tiene un cuarto de establecimientos y barre a toda su competencia.
En Brasil, a pesar de la importancia que Fridman quiere otorgar a este país, la cuota de establecimientos clausurados sobrepasa a las cifras en España. La firma ha cerrado aquí un 33% de tiendas, pasando de 1.172 a 880, lo que se corresponde con 321 bajadas de persiana.
Por último, Argentina (13,4% de cierres) y Portugal (4,7%) han sido los mercados en los que también ha habido cierres, pero con menor porcentaje sobre el total de tiendas que la empresa contaba recientemente.
Equilibrio con las reformas
La oleada de cierres, como hemos comentado, pone en peligro en cierta medida la cuota de mercado dentro del corto plazo, de ahí que la enseña crea que por el momento debe bajar la tasa de clausuras con un objetivo: no ofrecer una imagen de crisis generalizada e ir incorporando a la clientela al nuevo modelo de negocio.
En este sentido, el consejo de administración considera que la red actual de supermercados, con sus clausuras incluidas, permite adentrarse en la reforma integral y estructural de los establecimientos.
Con ello, DIA parece apostar por reformas de calado, incluido el mobiliario, estructura de las tiendas, presentación del surtido o aspecto que se ofrece a los clientes. El objetivo: despedirse de la imagen de "desfasado" para dar la bienvenida a una foto que sepa mirar a la cara a su competencia más directa.