La llegada de la primavera ha coincidido con la aparición en el cielo de la última Superluna del año. Desde la Tierra se ha visto el satélite más brillante y más grande de lo habitual. Si el equinoccio primavera ha comenzado el 20 de marzo a las 22.58, la Luna ha entrado en fase de Luna llena exactamente a las 02.44 del día 21.
La conocida como 'Luna llena de gusano' ha dado la bienvenida a la primavera en el hemisferio norte y al otoño en el sur. Este fenómeno recibe el nombre oficial de 'Luna llena de marzo', pero se conoce como 'de gusano' en el hemisferio norte porque en el momento en el que aparece, teóricamente, el suelo empieza a descongelarse y aparencen las lombrices. Por su parte, los indios americanos la llamaban 'Luna cuervo' porque coincidía con el graznido que estas aves hacen para despedir el invierno y anunciar la primavera.
Anunciando la primavera
Los que miraron por la noche al cielo, vieron nuestro satélite un 14% más grande y un 30% más brillante que una Luna llena habitual. Se trata de una superluna cerca del perigeo, el punto más cercano a la Tierra en su órbita mensual. Este es el momento en el que nuestro planeta y su satélite se encuentran más próximos, concretamente a 366,652 kilómetros de distancia. La superluna de enero estuvo un poco más cerca, (364.209 km) y también la de febrero (363.508 km).
El cielo va a descansar después de estas tres superlunas. Este año se esperan otras tres, pero no serán llenas: el 1 y el 30 de agosto y el 28 de septiembre. Aunque en estos momentos la Luna estará en su punto más cercano a la Tierra, no la podremos ver porque no reflejará la luz del sol. Este fenómeno no ocurría desde 1981, y ahora tendremos que esperar hasta marzo de 2030 para ver la siguiente superluna llena.
A simple vista
Lo más especial de esta última superluna es su coincidencia con el equinoccio de primavera. Según informa ABC, en este momento, visto desde nuestro planeta, el centro del Sol cruza el ecuador celeste en su movimiento aparente hacia el norte. Este fenómeno ha permitido así que la superluna se haya podido observar a simple vista desde cualquier lugar del planeta, siempre que la contaminación y las nubes lo hayan permitido.
Este fenómeno es muy sencillo de observar a simple vista, ya que no se necesitan prismáticos ni telescopios para observarla. Solo pueden exisitir dos impedimentos que no nos permitan disfrutarla: las nubes y la contaminación lumínica. La primera cuestión no se puede evitar, pero la segúna es fácil de sortear si se acude a un lugar alejado de luces artificiales, como puede ser una colina o lo alto de una montaña.
Según ha informado el Observatorio Astronómico Nacional, esta primavera no se podrá observar en el cielo ningún eclipse de Sol ni de Luna. Lo que sí se darán son tres Lunas llenas más: una el 19 de abril, otra el 18 de mayo y una tercera el 17 de junio. Por su parte, los planetas que se podrán observar al amanecer serán Venus, Saturno y Júpiter, y al anochecer únicamente Marte.
