José Miguel Camejo ha fallecido este miércoles 6 de diciembre tras dispararse un tiro con su arma reglamentaria en su propio despacho de Santa Cruz de Tenerife. Sus compañeros han evidenciado la gran conmoción, ya que se trataba de un comisario muy respetado por su profesionalidad y buen carácter.
Camejo contaba con un currículum especialmente destacado dentro del cuerpo. Pasó a ser el mítico León de la VI Brigada de la Unidad de Intervención Policial de Bilbao durante finales de los noventa y principio del 2000.
Su imagen más destacada llegó cuando se enfrentó al líder de Batasuna, Arnaldo Otegui, durante una manifestación del entorno proetarra. Sus servicios tanto en Euskadi como en Navarra durante los años difíciles del terrorismo y la Kale borroka le habían llevado a ser muy respetado en el Cuerpo. Esa ha sido la imagen que ha circulado por los grupos policiales de Whatsapp para honrar su memoria.
Su momento más difícil llegó, quizás, cuando ocupó la Brigada Judicial de la Policía Nacional en Canarias. Allí también estuvo al frente de las UIP, así como de la Jefatura Superior de Policía de las islas, donde permanceió casi una década.
Su puesto al frente de la Brigada Judicial era especialmente importante porque garantizaba que Camejo se haría cargo de las investigaciones más importantes. Sin embargo, con la llegada del PP al Gobierno y de la comisaria provincial Sagrario de León, se decidió renovar a todos los cargos policiales.
Fue entonces, cuando de León le ofreció acogerse a una baja forzada o cambiar de destino. Camejo se vio finalmente obligado a aceptar la segunda opción, lo que suponía toda una degradación en la escala profesional.
Desde entonces, Camejo ocupa la plaza de jefe de la Unidad de Coordinación Operativa de Santa Cruz de Tenerife, a las órdenes directas de otro histórico de la Policía en Canarias, el comisario Ignacio Bádenas.
El agente contaba con una trayectoria muy destacada, sobre todo en su etapa en las islas Canarias, donde llegó a ser reconocido por el Gobierno regional y varios cuerpos policiales locales.
El CNP canario ha enfrentado una racha de suicidos especialmente dura este año 2017. A principios de año, se suicidó un joven agente de la Unidad de Traslados en los calabozos del Palacio de Justicia de las Plamas de Gran Canaria. Cuatro policías, en total, han fallecido por esta vía durante los últimos 12 meses.