Muchas personas quieren combatir la tensión arterial. Los problemas de hipertensión afectan a nivel global a 1.280 millones de adultos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una dolencia silenciosa que sitúa a España a la cola de Europa en pacientes que sufren este problema.
No hay una causa concreta para esta patología, aunque sí hay que tener en cuenta la necesidad de tener en cuenta la medicación y una alimentación baja en sodio como factores necesarios para reducir este problema.
Ahora, los investigadores del Hospital Beppu de la Universidad Kyushu han relacionado los baños en aguas termales a más de 40 grados de temperatura, que en Japón se denominan como 'ondeen', con una disminución de la tensión arterial.
Los expertos han encontrado prueba de que este tipo de baños, especialmente cuando se realizan durante las noches, absorben los casos más bajos de hipertensión en personas mayores de 65 años.
Cómo se ha realizado el estudio
El estudio ha recogido la información de los participantes desde 2011. Quienes han decidido acudir a la investigación, han aportado su historial médico, los hábitos de baños termales e incluso el tipo de 'osen' que más frecuentan.
Han sido 11.000 personas, casi un tercio de los residentes de Beppu mayores de 65 años. En el país nipón hay 27.000 fuentes de salud, de las cuales 3.085 son lugares que se corresponden con aguas termales.
En el conjunto de datos, el equipo de Yamasaki concluyó que 4.001 personas actualmente padecen problemas de hipertensión o antecedentes de esta enfermedad. Además, vio que tener la presión arterial alta también aumenta la probabilidad de que el individuo tenga otras patologías, como gota, arritmias, una enfermedad renal o diabetes.s
El equipo ha planteado la hipótesis de dos razones principales para estos hallazgos. Son experimentar menor estrés y una conciliación del sueño más rápida en esos momentos. El científico recuerda que las investigaciones previas han demostrado que un inicio más rápido del sueño también incrementa su calidad, así como un mejor control de la hipertensión.
Además, se ha demostrado que algunas terapias termales, como los baños de sauna, liberan la tensión y ayudan a relajarse, disminuyendo los niveles de marcadores de estrés en la sangre, que conduce a una mejor mitigación de la tensión arterial.