"Usted solo está borracha". Esas fueron las palabras que tuvo que oír una joven de Queensland, Australia, cuando acudió a las Urgencias del hospital porque estaba sufriendo un derrame cerebral.
Los médicos del Royal Brisbane and Women's Hospital se negaron a atenderla porque, según aseguraron, la paciente solo padecía una borrachera. La joven, de 24 años, había visto cómo el lado izquierdo de su cuerpo se paralizaba y había perdido la visión de un ojo.
Por ello, la joven se vio obligada a volver a casa, a pesar de que ninguno de los profesionales había realizado alguna prueba para confirmar la mencionada hipótesis. Además, aprovecharon para culparla por "inventarse" los síntomas que en realidad estaba padeciendo.
Tras pasar unos días bastante complicados, la joven acudió a su médico de cabecera porque sentía una fuerte presión en la cabeza y el resto de síntomas con los que acudió al hospital persistían.
Cuando contactó con su médico, decidieron realizarle las pruebas y confirmaron que no se trataba de una 'simple borrachera': la joven tenía un auténtico derrame cerebral que estaba poniendo en serio riesgo su salud.
Secuelas permanentes
Tras la operación de urgencia, los médicos solo pudieron confirmar una noticia especialmente dramática: la joven iba a contar con secuelas durante el resto de su vida. Unos daños que serán permanentes e irreversibles.
Como consecuencia de ello y de no haber recibido la atención necesaria a tiempo, la joven vivirá con: problemas de vision, pérdida de memoria o pinchazos agudos. Todos estos síntomas no cuentan con cura.
Por todo ello, la joven ha decidido acudir a la Justicia y denunciar la situación que acaba de vivir. "Todos los síntomas estaban allí. Perdí mi carné de conducir y tuve que renunciar a mi trabajo. No quiero que le pase a nadie más", ha declarado ante los medios. Por todo ello, ha pedido urgentemente que se "investigue su forma de actuar".