Después de tener que abandonar la Moncloa por la moción de censura presentada por Pedro Sánchez, Mariano Rajoy dijo que dejaba la política y que volvía a su antiguo empleo como registrador de la propiedad. Y ahora, tras casi dos meses como trabajador del Registro Mercantil de Santa Pola (Alicante), el expresidente ha pedido el traslado a Madrid, según publica El Español.
Su traslado no se debe a un trato de favor, sino a que es uno de los registradores de la propiedad con más atigüedad de España, aprobó las oposiciones en 1978, y ninguno tan veterano solicitó el cambio. En cuanto a su próximo sueldo no será tan holgado como el que recibía como presidente del Gobierno, pero no se puede quejar porque se estima que oscilaría entre los 3.000 y los 15.000 euros netos, aunque desde Izquierda Unida señalan que la crifra real sería de entre 100.000 euros y el millón y medio anuales, eso sí, a repartir entre los 22 compañeros que le esperan en la capital.
Y es que los salarios son gestionados como una comunidad de bienes, es decir, el volumen de beneficios que se genera por cada registro se reparte de manera proporcional entre los registradores que trabajen en la sede. Jorge Salazar, director del Servicio de Coordinación de Registros Mercantiles, asegura al citado medio que los registradores tienen un estatuto de funcionarios y que dependen del Ministerio de Justicia, pero que se organizan como "profesionales" y que por tanto, son ellos quienes pagan al personal. "Nosotros cobramos directamente del público de acuerdo con el arancel y normas que establezca el Ministerio de Justicia, que se aprueban por decreto del Gobierno", explica para continuar diciendo que no cuentan con un salario fijo sino que es "variable en función del movimiento de trabajo que haya".
Le esperan con los brazos abiertos
Rajoy se incorporará al registro mercantil de Madrid en septiembre, el más grande de España, según Salazar. Su jornada laboral será de ocho horas, de nueve de la mañana a cinco de la tarde, contando con dos horas para comer y tendrá a 22 compañeros: "Va la tener ventaja de que somos 23 y va a estar más arropado que en ningún sitio. Si tiene alguna duda podrá preguntar a cualquier compañero y esa es la mejor garantía que tiene para trabajar y estar a gusto", afirma Salazar.
Los oficiales y auxiliares que comienzan en el registro cobran al principio un sueldo base de entre los 1.050 y los 1.250 euros, según se establece en el II Convenio colectivo de los registradores de la propiedad y mercantiles y su personal auxiliar.