No, Rusia no es el lugar más 'gayfriendly' del mundo, por si aún no lo sabías. Que la obsesión de Vladimir Putin contra el colectivo LGTBI es más que manifiesta, es un hecho. Y con esta idea, Suecia, el país que puede presumir de haber inventado IKEA, ha querido elaborar una grandiosa estrategia militar. Crear un cartel con un marinero gay que frene a los imbatibles submarinos rusos y huyan en medio de una señal de alarma como esta:
Así es, Suecia está harta de que Putin les mande constantemente a su "Armada Invencible" heteropower para que se dediquen a practicar todo tipo de pruebas militares en sus aguas. Sin permiso, por cierto.
La invencible armada rusa ya había encallado varias veces contra las rocas o bancos de arena que, en época de la URSS, no habían identificado. Ahora, el país de los "machos siberianos" ha vuelto a la carga tras la escalada de tensión entre occidente y Rusia.
El gobierno sueco ha decidido aumentar un 11% el presupuesto de Defensa para evitar estas incursiones pero... ¿realmente creéis que todo se arregla con armas?
¡Para nada!La solución no está 'in the navy', si no en un cartel que seguro que traumatizará a más de un curtido capitán ruso: ¡dad la bienvenida al intrépido marinero gay!
Es ha sido la iniciativa que la Sociedad Sueca por la Paz y el Arbitraje llevó a cabo hace dos años dando vida al llamado "Marinero Cantarín" o también llamdo "Marinero Gay". Al cartel no le falta detalle alguno e incluye, incluso, un Sistema de Defensa Submarino Marinero Cantante que se encarga de enviar un mensaje a los escuchas a bordo de los submarinos. En ruso se les insta: "Sigue por aquí si eres gay".
Pero lo mejor de todo es la decoración de la propia baliza, incorporando la imagen de un marinero en calzoncillos que baila con luces de neón mientras unos pequeños corazones le rodean.
Todo ello, se completa con un mensaje: "Bienvenidos a Suecia: Gay desde 1944", en referencia al año en que el parlamento de Estocolmo decidió despenalizar la homosexualidad -73 años después sigue siendo penalizada en Rusia-.
No sabemos si la baliza gayfriendly ha conseguido espantar a algún submarino ruso o si, al contrario, ha animado a más de uno a acceder a aguas del país nórdico. Pero lo cierto es que se trata de una iniciativa muy original.