Sudán se encuentra al borde de una guerra civil. La ONU eleva a 270 muertos por los combates, más de 2.600 heridos en el país y se ha visto obligada a interrumpir todos sus programas de ayuda humanitaria por la situación de caos que se vive en estos momentos sobre el terreno.
El país subsahariano está polarizado en estos momentos entre el Ejército de Sudán y la principal fuerza paramilitar del país, conocida como Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés). Hasta el momento, la mayor parte de los ataques se han registrado en la capital, Jartum.
???????? GOLPE DE ESTADO EN SUDÁN ????????
— Alerta News 24 (@AlertaNews24) April 15, 2023
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Los enfrentamientos entre ambas facciones han estallado como parte de una lucha de poder por el control del país. Las Fuerzas Armadas se han posicionado mayoritariamente a favor del general Abdel Fattah al-Burhan, que gobierna de facto. Mientras tanto, los paramilitares del RSF, que constituyen un conjunto de milicias, se muestran a favor de quien fuera señor de la guerra y actual general Mohamed Hamdan Dagalo, conocido como Hemedti.
Sudán:
— chechu79???????????????? (@chechu79) April 19, 2023
En Jartum se recrudecieron los combates alrededor del Aeropuerto internacional, los depósitos de combustible del mismo fueron alcanzados. pic.twitter.com/Z3in3cq6jS
El conflicto tiene sus raíces en el levantamiento de 2019, que terminó con el poder del dictador Omar al-Bashir, que sustentó unas fuerzas de seguridad con gran poder a las que enfrentó entre sí deliberadamente para garantizarse su control en todo momento.
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— Nada. (@NadaWanni) April 15, 2023
Tras la caída de Bashir, el enfrentamiento entre facciones parecía inevitable y finalmente ha terminado por producirse. El intento de transición hacia un gobierno democrático dirigido por civiles se ha intentado, pero finalmente no ha terminado por fructificar. Ya se advirtió a comienzos de 2022 del riesgo de un estallido de violencia, como finalmente ha terminado por producirse.
El origen de las disputas en Sudán
Las RSF nacieron en Sudán hacen más de 20 años, con el objetivo de terminar con la rebelión de Darfur por la marginación a la que se veía sometida la región por parte del Gobierno central. Estas organizaciones también eran conocidas como Janjaweed.
Omar al-Bashir se encargó de transformar la Janjaweed en una fuerza paramilitar y envió a muchos de sus líderes primero a Yemen y después a Libia. Las RSF colaboraron con el Ejército de al-Burhan para derrocar a Bashir en 2019. Después dispersaron una sentada pacífica frente al cuartel militar de Jartum, matando a cientos de personas y violando a decenas.
En octubre de 2021 se interrumpió la transición hacia un sistema democrático por un golpe de estado, después de que las protestas contra Bashir dieran pie a un proceso democrático. La vuelta del Ejército al poder, sin embargo, generó revueltas semanales y Hemedti apoyó una nueva transición, con tensiones con Burhan.
Lucha por el poder
Hemedti tiene problemas con su papel como segundo en el Consejo de Gobierno de Sudán. Además, tiene una gran fortuna pro su exportación de oro de las minas ilegales y está al mano de decenas de veteranos que han participado en multitud de batallas.
La población tiene exigencias. Entre ellas, que el Ejército tenga mayor control, que las RSF se integren en las tropas regulares y que los militares entreguen sus propiedades en la agricultura, comercio y otras industrias. Además, reclaman justicia por los crímenes de guerra en Darfur desde 2003, que la Corte Penal Internacional quiere juzgar, especialmente a Bashir y otros sospechosos.
También hay una demanda por el asesinato, con implicación de las fuerzas militares, de manifestantes a favor de la democracia, en junio de 2019. Los activistas y organización en defensa de los derechos humanos reclaman justicia por la muerte de, al menos, 125 personas en protestas desde el golpe de 2021, a manos de las fuerzas de seguridad.
Una región con muchos intereses
Sudán cuenta con muchos intereses en juego para muchos actores. Se encuentra rodeada por el Mar Rojo, el Sahel y el Cuerno de África. Además, algunos de sus vecinos, como Etiopía, Chad o Sudán del Sur, también se han visto sacudidos por conflictos políticos.
Además, el país está en el objetivo de intereses geopolíticos, puesto que África está en el tablero internacional, cuando países como Rusia, Estados Unidos, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos o China luchan por ganar influencia en la región, en muchas ocasiones, alentando conflictos territoriales.
Arabia Saudí y Emiratos, por ejemplo, reducen la influencia islamista en la región. Estados Unidos y Reino Unido; frente a Rusia o China, ganan influencia en África, cuando Rusia pretende abrir una base naval en el Mar Rojo.